Byung-Chul Han nos recuerda que, en un mundo saturado de ruido, estímulos y exigencias, quedarse en casa no es sinónimo de pasividad, sino un acto consciente de resistencia. La quietud, lejos de ser vacío, se convierte en un espacio donde la identidad puede recuperarse y la mente puede escuchar lo que afuera se pierde: la propia voz. Es una invitación a volver al interior, a afirmar nuestra autonomía frente a una sociedad acelerada que siempre exige más.
Permítete un momento de pausa hoy. Apaga el ruido externo, siéntate contigo mismo y escucha lo que tu silencio tiene para decirte. La resistencia más poderosa empieza en tu interior.
Filosofía Contemporánea
Pensamiento Crítico
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