21 de diciembre de 2025, 15:03

El solsticio de verano marca el pico del poder del sol,

el día más largo, cuando reina la luz y las sombras se retiran.

Es un tiempo para hacer una pausa y honrar el calor que sostiene la vida,

la energía que alimenta el crecimiento,

y la claridad que viene con la iluminación.

Mientras la naturaleza se extiende en plena floración,

así que también estamos invitados a abrir,

para reflexionar sobre lo lejos que hemos llegado,

y para celebrar la abundancia dentro y alrededor de nosotros.

En la quietud de este momento bañado por el sol,

se nos recuerda que debemos vivir plenamente,

para brillar intensamente,

y confiar en los ritmos de luz y vida.

A la luz del día más largo

Arte: Gemma Koomen