Una maravilla al día basta.
No se necesitan viajes inmensos, no se necesita el Himalaya ni cien años de soledad.
Basta con reconocer una belleza, una pequeña belleza, cada día; guardarla en nuestro interior, convertirla en un recuerdo del corazón, protegerla de las lluvias torrenciales, sacarla al exterior, exponerla al sol y presentarla a la familia.
Una maravilla al día basta.
Leer unas páginas de una novela, invitar a un amigo a reír al aire libre, volver a pasear por el mar, mantener vivo el cine, invitar a alguien en quien piensas a una exposición, preparar un postre, no perder de vista el cielo.
Una maravilla al día basta.
No se necesita tanto para obrar milagros.
Gio Evan
Imagen: Marta Bevacqua
No hay comentarios:
Publicar un comentario