Los dogmas cambian y nuestra ciencia es engañosa; pero la naturaleza no yerra; su marcha es segura y ella no la disfraza.
Cada uno de nosotros está entero en ella y ella en cada uno de nosotros. En cada ser vivo tiene su centro: el animal encuentra seguramente su ruta para entrar en la existencia y también para salir de ella; entretanto vive sin temor a la destrucción y sin cuidados, sostenido por la conciencia, de que es la Naturaleza misma, y, como ella, inmortal.
Arthur Schopenhauer,
"El Mundo Como Voluntad Y Representación".
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