martes, 22 de abril de 2025

Días pasados pensé: estoy sola pero soy libre. Luego me olvidé de seguir consolándome con este prejuicio. Nada mejor que la resignación, la aceptación. Pero estoy muy mal. No sé en qué descansar. Todo me es razón de espanto. Y cuando no es de espanto es de rechazo. Todo me rechaza. No deseo estar viva ni deseo suicidarme. Hace poco tiempo que la muerte está en mí. Me horroriza. Antes no, antes yo era candorosa. ¿Cuándo es antes? Antes del retorno a Buenos Aires. Mi descubrimiento más siniestro fue saber que aún puedo sufrir por causas nimias. En París no era así. Comparada con la de aquí, mi manera de vivir, en París, era magnífica. Y yo que le atribuía tantos términos infernales. Curioso: todo puede ser peor, con un poco de tiempo todo puede llegar a ser peor.

Alejandra Pizarnik,
Diarios
Imagen del fotógrafo búlgaro Dimitar Lazarov

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