“Hago el amor con 25 mil personas, pero luego me voy a la cama sola”, escribió en una de sus cartas la cantante Janis Joplin como muestra del éxito musical que alcanzó y de lo frágil que fue su corta vida. Hoy se cumplen 47 años de su muerte, la llamada Niña triste murió a los 27 años, envuelta en un mar de desencuentros emocionales mezclados con heroína y el alcohol.
Era el 4 de octubre de 1970, en una solitaria habitación de un hotel de Hollywood fue encontrada sin vida la cantante a causa de una sobredosis de heroína, en plena preparación de su disco Pearl, el cual salió meses después.
Janis ingresó al Salón de la fama del Rock en 1995, tras ser reconocida como una cantante única, aunque nunca le han quitado el adjetivo de polémica; sobre la heroína solía decir: “Nada que te haga sentir tan bien puede ser tan malo”.
Nació el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, Texas, pero al iniciar la universidad en Austin se dio cuenta que la música era su vida, y a pesar de que ya pasaron 47 años de su ausencia, en esa ciudad de Estados Unidos la recordarán con el documental Janis blue girl.
Janis dejó su convencional familia y, aún sin cumplir 20 años, grabó su primer disco en su etapa de universidad. A finales de 1963, decidió hacer un largo viaje en carretera con su amiga Chet Helms hacia San Francisco, y ahí inició cantando en los bares y también comenzó su adicción a las anfetaminas, por lo que tuvo que regresar con su familia a Porth Arthur para entrar en un periodo de rehabilitación.
En la adolescencia, lejos de cumplir con los parámetros de mujer de revista y de lo que esperaba en la época de una mujer, sufrió acoso escolar y fue víctima de miradas que la señalaron como una joven “freak”.
Joplin hizo las maletas y viajó hasta San Franciso (California) donde protagonizó la ola contracultural y psicodelica que se desencadenó en la década de los sesenta. Por aquel entonces, las letras de Bob Dylan, The Rolling Stones o Jimi Hendrix incendiaban los escenarios.
Su carrera comenzó con la Big Brother & The Holding Company y finalizó con la Full Tilt Boggie. Murió en plena fama después de consumir heroína de extrema pureza. Dejó interpretaciones que ya son historia de la música gracias a su raposa voz como, “Summertime”, “Me and Bobby McGee” o “Bye Bye Baby”.
Explosiva y enorme en el escenario, extremadamente vulnerable fuera de él, Janis Joplin, la primera estrella de rock femenina, la penúltima heredera del blues, desvela sus más íntimas contradicciones y el poder revolucionario de su música en el documental Janis.
El filme dirigido por Amy J. Berg, presentado en el pasado Festival de Venecia, es el primer documental que ahonda en la personalidad y los conflictos de quien fue símbolo femenino de la contracultura de los 60, aunque Bette Midler le llegó a poner rostro en la ficción en La rosa (1979).
“Fue una mujer revolucionaria que no tuvo miedo de saltarse las reglas. Abrió camino a otras mujeres para que se atrevieran a mostrar quién eran verdaderamente. Janis les dio carta blanca, y había una libertad en eso que no existía antes”, señaló Berg.
Pero la artista tejana también inspiró canciones a otros, como la célebre “Chelsea Hotel” en la que Leonard Cohen rememoraba su fugaz encuentro sexual en ese hotel de celebridades, o “Pearl”, de The Mamas and the Papas, que cantaban a aquella “chica fugitiva” y “preciosidad sureña”.
A Janis Joplin le bastaron cuatro álbumes para convertirse en un mito -dos con los Big Brother and Holding Company y otros dos como solista-. Sin embargo, tras su muerte se han lanzado más de quince álbumes recopilatorios de sus grandes éxitos.
-“Pearl”, de The Mamas and the Papas fue inspirada en la cantante sureña
-Con el tema “Chelsea Hotel” Leonard Cohen rememoraba su fugaz encuentro sexual en ese hotel de celebridades.
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