lunes, 23 de octubre de 2017

Copi, por completo

LA Argentina de Copi que se esboza en sus novelas y en sus obras de teatro es bastante parecida a nuestro país real. Al menos, a cierta vertiente inmigratoria, que se nutrió del abandono para hacer de la nada una creación. Copi cambió desarraigo por corte de manga.
Su entorno familiar predispuso a Copi a cierta lectura ríspida y risueña de la realidad circundante. Supo ubicarse en un ángulo sumamente original para retratarla. Algunos intentan clasificarlo, otorgándole un estatuto que lo ubica en una suerte de genealogía homosexual, como si esta condición necesariamente lo determinara en una serie y, a su vez, implicara una serie por venir (autores originales, segregados, glamorosos, ácidos, sibilantes, con brillo y astucia, frecuentemente con sida, etcétera). Como si la "rebelión sexual" y la enfermedad establecieran un punto de vista desplazado, exclusivo. Copi está por dentro y por fuera de esta clasificación. Así como puede ser de elite y totalmente popular, no tiene por qué ceñirse a una veta creativa restringida a su condición homosexual.
La mirada ácida e intempestiva de este escritor cortamente argentino (por el poco tiempo que vivió en nuestro país) lo vuelve único, y en distintos géneros. Alcanza un tono o un temple, una forma de desmentir cualquier comparación o mandato que aparece tanto en sus geniales historietas - La mujer sentada Las viejas putas- como en polémicas obras de teatro, como Eva Perón , y en sus novelas.
Es fácil imaginarlo estimulado por un entorno de cotilleo e intelectualidad. Copi, cuyo nombre verdadero era Raúl Damonte Botana, era hijo del periodista Raúl Damonte Taborda, diputado y director del diario Tribuna Popular , y de Georgina, la hija menor de Natalio Botana, el fundador del mítico diario Crítica . Su abuela, Salvadora Medina Onrubia, fue escritora y dramaturga. Su nieto fue un observador atento, y su avidez por los asuntos de su familia y de su clase lo llevaron a mofarse de los estatutos. Colaboró, de adolescente, haciendo caricaturas para Tribuna Popular y para la revista satírica Tía Vicenta , y luego realizó una tira semanal en el prestigioso Nouvel Observateur : allí nace su maravillosa e implacable mujer sentada.
Su obra, que se mantenía dispersa, como una burla de lo instituido, del canon, de la "biblioteca", obtiene ahora el carácter de obra completa. El primer tomo, recién llegado de España y editado por Anagrama, reúne las rutilantes novelasEl uruguayo La vida es un tango La Internacional Argentina, y unas páginas autobiográficas con el título Río de la Plata .
En el prólogo, María Moreno desmenuza afinidades, pero sobre todo desmitifica el mote de escritor de elite que se le solía atribuir a Copi, para dar lugar a su fibra popular: "esa identidad tutti frutti".
De allí que, aunque algunas de sus obras hayan sido llevadas al teatro por un director refinado y sutil, como Jorge Lavelli, otra de ellas, Una visita inesperada, se haya estrenado en Buenos Aires, con Moria Casán en el papel de la enfermera.
La novedad de esta edición son las breves páginas autobiográficas. Copi no era de aquí ni de allá. Ni del medio. Era de todas partes, pero siempre el mismo, anclado en Buenos Aires, viviendo en París, inventando Uruguay. Quizá por eso se ataja con honra: "Si alguna vez debiera decir algo sobre el exilio, me cuidaría bien de hacerlo en primera persona".
http://www.lanacion.com.ar/1253903-copi-por-completo

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