Urúmm

En la Segunda y Tercera Era de nuestro planeta, existió un pequeño grupo dedicado al crecimiento espiritual propio y de quienes les rodeaban, eran conocidos por los demás grupos de aquella era como “Urúmm”. En algunas partes de éste y otros documentos del Mago, son llamados también “Los Antiguos”.

Su idioma se llamó “Kay”, y prefirieron no poner nombre a su grupo espiritual.
Trabajaban, conjuntamente, con materiales de la tierra y la energía de los ángeles, alcanzando un elevado avance espiritual.

Actualmente no hay casi ninguno de ellos encarnado en la tierra, pues han alcanzado una evolución y han crecido, algunos como Ángeles y otros como Maestros Ascendidos. Algunos de los Maestros Ascendidos, que conocemos a día de hoy, han pertenecido a este grupo.

Los grupos cercanos a este pequeño pero poderoso clan, decidieron llamarles “Urúmm”, que significa literalmente “Sin Nombre”.
Los “Sin Nombre” colaboraban en los crecimientos espirituales de sus demás compañeros del planeta.

Su aspecto físico era comúnmente reconocido por poseer una piel color canela, denotando que había sido algo más clara en el pasado, pero que había tomado ésta tonalidad al haber estado muy expuesta a las inclemencias del sol. La mayoría tenían el pelo largo, muy negro. Utilizaban colgantes con símbolos en su cuello y llevaban brazaletes en sus fuertes brazos. Tanto hombres como mujeres eran exactamente tratados por igual, no existía distinción alguna, ni nadie se creía superior a nadie. Amaban, pero no se obligaban a sí mismos a vivir en amor; eran Libres.

Los Urúmm evolucionaron, llevándose consigo todo su conocimiento. A día de hoy, toda esa información está volviendo como un río, que viene a elevar la corriente sagrada de conocimiento del océano en que vivimos.

Es importante aclarar que todas las llaves de apertura y distintas técnicas descritas en éste libro, han sido activadas a partir del año 2.012, pues anteriormente el planeta no estaba preparado para contener esta alta vibración. Antes de este momento, se tuvieron que mantener reservadas, aguardando el instante en que la luz vibrara en la frecuencia adecuada.

-Michael Connor, Manual del Mago II
Mertx