Con su naturaleza triple, forma especial y sonido único el OM se presta a una variedad de interpretaciones simbólicas detalladas.
El símbolo AUM consiste de 3 curvas, de un semicírculo y un punto. La curva grande inferior 1 simboliza el estado despierto (jagrat), en este estado la consciencia gira hacia fuera a través de las puertas de los sentidos. Ya que esta es la primera curva, significa el más común estado (la mayoría) de la consciencia humana.
La curva superior 2 indica el estado del sueño profundo (shushupti) o estado inconsciente. Este es el estado en el cual el que duerme no desea nada ni guarda ningún sueño.
La curva del medio 3 (que yace entre medio del estado del sueño profundo y del estado despierto) significa el estado del sueño (swapna). En este estado la consciencia del individuo gira hacia dentro y el ser que sueña guarda una visión fascinante del mundo detrás de los párpados.
Estos son los tres estados de la consciencia individual y según los místicos Indios que creen que la entera realidad manifestada brota de esta consciencia, por lo tanto estas tres curvas del símbolo OM representan el fenómeno físico entero.
El punto significa el cuarto estado de la consciencia que se conoce como turya en Sánscrito. En este estado la consciencia no mira ni hacia el exterior ni hacia el interior, ni siquiera hacia los dos a la vez. Esto comprende la finalización de una existencia relativa y diferenciada. Este estado sumamente calmado, pacífico y feliz es la meta suprema de todas las actividades espirituales. Este estado Absoluto (no relativo) ilumina los tres otros estados.
Finalmente, el semicírculo simboliza el maya (el estado irreal - transitorio de la consciencia) y separa el punto de las tres otras curvas. Así que es el maya - el estado transitorio de la consciencia que nos retiene de la realización del estado mayor de la felicidad.
El semicírculo es abierto y su dibujo ideal es cuando no toca el punto. Esto significa que el estado más elevado no está afectado por el maya. El maya solo afecta el fenómeno manifestado. Su efecto es que retiene el buscador de alcanzar la meta suprema, la realización del Uno, del no manifestado principio Absoluto que impregna todo. De esta manera la forma del OM representa tanto lo manifestado como lo no manifestado, los reinos sutiles y físicos de la existencia.
Más allá y encima de la naturaleza triple del OM como el sonido sagrado está la dimensión cuarta invisible que no se puede distinguir con los órganos sensoriales. Los órganos sensoriales están restringidos a observaciones materiales. Este cuarto estado es el silencio no pronunciable y sin sonido que sigue al OM pronunciado que nos hace calmar de todas las manifestaciones diferenciadas y a llegar a un estado no-dual, pacífico y dichoso. Verdaderamente este es el estado simbolizado por el punto en la iconografía tradicional del AUM.
Swami Vishwaanashuyananda
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