Karma y Darma
"En el momento que actuáis, desencadenáis inevitablemente unas
fuerzas determinadas que producirán también inevitablemente unos
resultados determinados. Esta idea de la relación de causa y
consecuencias es la que se halla primeramente contenida en la
palabra « karma ». Fue posteriormente cuando la palabra adquirió
el significado de pago por una infracción cometida. Se puede pues
decir que el « karma » (en el segundo significado del término) se
manifiesta todas las veces en las que un acto no ha sido
inspirado absolutamente por la sabiduría y el amor divinos – lo
que es el caso en la mayoría de las veces–. Pero el ser humano
hace ensayos y es necesario que se ejercite. Estos ensayos son
torpes, imperfectos, pero no es grave, debe corregirse, reparar
sus errores, y evidentemente para ello debe padecer, sufrir.
Diréis: « Pero entonces, puesto que actuando se cometen
necesariamente errores por los que se deberá sufrir para reparar,
¿no sería mejor no hacer nada? » No, hay que actuar.
Evidentemente sufriréis, pero aprenderéis, evolucionaréis… y un
día ya no sufriréis más. Cuando hayáis aprendido a obrar
correctamente, cuando todos vuestros actos, todas vuestras
palabras sean inspiradas por la bondad, la pureza y el
desinterés, no generarán « karma », sino consecuencias benéficas.
Esto es lo que se llama « darma »."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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