Javier Egea y su obra -en tanto extraordinario poeta- me han interesado siempre y su poesía me llega -en cada lectura- de forma sumamente personal e íntima. Poeta singular, sincero, comprometido, inteligente, de expresividad notable y a la par impregnada de la sencillez de los grandes; cualquier aproximación primera a sus poemas no puede abstraerse de sus vivencias en un tiempo históricamente particular y ciudadano de una Granada no menos gris y adormecida que el resto de España, en años de esperanza y, para muchos, de frustraciones de distintas aristas, preñado de soledad –como la de tantos y tantos poetas, aunque ésta siempre se presente personal y única- e instalado en el desengaño –también como tantos-, de un lirismo y romanticismo especial - “otro” como dijera Aurora de Albornoz y que en el excelente prólogo de la edición de Paseo de los Tristes, de Editorial Point de Lunettes, recuerda con su habitual ponderación, respeto y notable criterio intelectual, el Profesor Antonio Sánchez Trigueros-.
Estoy convencido de que el tiempo será el mejor aliado de Javier Egea, una vez que vayan adquiriendo valor su verbo, el alma inconsciente del poeta, su forma precursora de hacer poesía y ésta se desprenda de otras consideraciones que no sean su intrínseco valor literario. Javier nos acompañará en su poesía, con su inteligente y brillante lirismo, ya no “otro”, porque -en su generosidad- lo brindó a fundirse con el de cuantos vinieran detrás. Seguirá con nosotros “en esta vieja costumbre de andar erguido(s) y solo(s)”, abrazados a la Poesía como arma irremediable..., "Porque a pesar de todo nos hicimos amigos/ y me mantengo firme gracias a ti, poesía,/pequeño pueblo en armas contra la soledad" ..
Mi admiración por su obra, con mi homenaje personal a través de algunos poemas cuya lectura compartida debía a mis amigos y que al releerlos me suelen transmitir la contradicción de una paz de la que Javier –probablemente- no disfrutó y otros tantos - entre los que muchos nos encontramos- tampoco.
De Troppo Mare, el primer poema del capítulo Córam Pópulo -para mí la parte más íntima y desnuda del texto- y el resto del extraordinario Paseo de los Tristes -uno de los más bellos poemarios que leerse puedan y, en particular, del primer capítulo Renta y Diario de amor.
TROPPO MARE
CÓRAM PÓPULO.
I
Lo que pueda contaros
es todo lo que sé desde el dolor
y eso nunca se inventa.
Porque llegar aquí fue una larga sentina,
un extraño viaje,
una curva de sangre sobre el río,
mientras todo era un grito
y ya se perfilaba resuelto en latigazos
el crepúsculo.
Las historias se cuentan con los ojos del frío
y algún sabor a sal y paso a paso
-lengua y camino-
porque la sangre se nos va despacio,
sin borbotón apenas,
desmadejadamente por los labios.
Las historias se cuentan una vez y se pierden.
PASEO DE LOS TRISTES
RENTA Y DIARIO DE AMOR
Tú me dueles amor…
Tú me dueles, amor, pero te canto
y es el gusano que en la carne horada,
no torbellino sino abrazo lento,
sí razón o temor, sí bárbaro camino.
Cuando dijiste ¡basta!...
Cuando dijiste ¡basta! era diciembre
y sólo tú templabas el vacío.
Pensé que nada estaba,
que se perdió contigo la llave de la vida.
Después miré a la calle
y era la misma puerta para todos:
la vida no existía.
Desde el mismo cerrojo
la herrumbre del expolio nos miraba.
Lo terrible no es la calle..
Lo terrible no es la calle sola,
el andén como un reto,
los trenes que perdimos.
Lo terrible no es ni siquiera el dolor.
Lo que duele terrible y zarandea
es que ya sólo queda
recurrir a la vida por tus ojos
que son una distancia casi absurda,
que son un túnel negro de esperanza.
Quizá me confundí…
Quizá me confundí de calle y de aventura
pero ya me conocen sus farolas y el alba,
ya conocen mi sombra, mi canción, mi tristeza
y esta costumbre vieja de andar erguido y solo.
Paseo de los Tristes - Granada, vista de la ribera del río Darro
fuente:http://pedrogollonet.blogcindario.com/2010/10/00109-javier-egea-paseo-de-los-tristes-troppo-mare.html
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