Cuando estamos con el alma cansada y el corazón triste,
lo mejor que podemos hacer es ir a un lugar solo, sin gente,
cerrar los ojos y hablar con Dios.
No importa que sea en silencio, porque incluso,
cuando no podemos decir nada,
Él es el único que puede leer nuestro corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario