lunes, 8 de septiembre de 2025

"Entonces, eso era la felicidad. Y por así decir, sin motivo. Al principio se sintió como algo vacío. Después, los ojos se pusieron húmedos: era felicidad, ¡pero cómo soy mortal, cómo el amor por el mundo me trasciende! El amor por la vida mortal la asesinaba dulcemente, de a poco. ¿Y qué es lo que hago? ¿Qué hago con la felicidad? ¿Qué hago con esa paz extraña y aguda, que está empezando a dolerme como una angustia, como un silencio enorme? ¿A quién le doy mi felicidad, que ya está empezando a herirme un poco y me asusta? No, no quiero ser feliz. Prefiero la mediocridad. Ah, millones de personas no tienen el coraje de al menos prolongarse un poco más en esa cosa desconocida que es sentirse feliz, y prefieren la mediocridad".

 Clarice Lispector, 
Del libro de crónicas, El descubrimiento del mundo (1967)

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