No dejes nunca de pertenecerte a ti misma.
Teje tu corazón al ritmo de la canción de tu cuerpo: libre, único, especial en cada una de sus formas y colores. Libérate de la mirada de los otros.
Abraza cada cambio y detente en la marea de tus imperfecciones, huella y cicatriz, belleza y remanso.
Florece. Disfrútate. Danza tu vida.
Sé tu propio faro.
Germana Martin
Arte: Eugenia Gapchinska
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