Hoy me puse el vestido prohibido.
Me solté el cabello
Salí a la calle
Bailé en la vereda
Sonreí a las flores y a los gatos
Hablé con los perros vagabundos
Hoy me puse el vestido prohibido
Hoy salí siendo yo
Siendo auténtica, verdadera
Sin máscaras y sin personajes que interpretar.
Me siento libre
Me siento plena
Me siento feliz
Danzando,
Así con el vestido prohibido.
Ese hermoso vestido
Del cual me salen alas y me aclara la vista
El vestido que no lleva venda en los ojos
Ni en el corazón
Sino tiene lazos de sueños nuevos
con color de libertad.
Y río, río fuerte
A carcajadas sonoras
Que se escuchan desde lejos
Y se enganchan como notas
En un pentagrama de felicidad...
Isita Silveira de Andrade
Ilustradora Anna Silivonchik
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