"El mar es mi vida". Iván Aivazovsky siempre estuvo enamorado del mar. Sus pinturas hablan del océano infinito. Desde un mar en calma frente a la costa, hasta un mar embravecido en mitad de una tormenta. Desde la serenidad de una playa por la noche a la desesperación de una batalla en alta mar.
Una de las características más bellas del mar es que nunca es igual. Es una misteriosa, vasta y solitaria masa de agua que cambia con cada luz, con cada viento. Podemos contemplarlo con un color azul intenso en un día de verano o de un gris difuminado en un día de lluvia.
En ocasiones refleja la luz de la luna de forma tan suave que la superficie parece de plata. De igual forma el reflejo del sol al atardecer sobre sus aguas las transforma en oro. Desde la costa lo percibimos siempre diferente pero en alta mar es aún más cambiante.
A lo largo de su vida, Aivazovsky contribuyó con mas de 6,000 pinturas para el mundo del arte, que van desde sus tempranos paisajes de la Crimea rural hasta las escenas marítimas y costeras por las que es conocido mundialmente.
Aivazovsky destacó en el tratamiento de luz en sus pinturas, solía aplicar capas de color para conseguir un efecto de transparencia, una técnica que hace de cada una de sus obras, pura magia artística.
Iván Konstantínovich Aivazovsky (En armenio:Հովհաննես Այվազովսկի, en ruso: Иван Константинович Айвазовский; Feodosia, 29 de julio de 1817 - 2 de mayo de 1900) fue un pintor romántico armenio. Es considerado uno de los mejores artistas de marinas en la historia. Bautizado como Hovhannes Aivazián, Aivazovsky nació en el seno de una familia armenia en el puerto de Feodosia en el Mar Negro en Crimea, viviendo ahí la mayor parte de su vida.
Tras culminar con sus estudios en la Academia Imperial de las Artes, Aivazovsky viajó a Europa, y vivió por un corto tiempo en Italia a principios de 1840. Posteriormente regresó a Rusia y fue contratado como el pintor principal de la Armada de Rusia. Aivazovsky formó lazos cercanos con los militares y la élite política del Imperio Ruso, atendiendo ocasionalmente a operaciones militares. Fue patrocinado por el estado, además de ser muy estimado durante toda su vida. El dicho "merecedor del pincel de Aivazovsky", popularizado por Antón Chéjov, fue usado en Rusia para "describir algo inefablemente encantador."
Siendo uno de los artistas rusos más prominentes de su tiempo, Aivazovsky también fue popular fuera de Rusia. Tuvo numerosas exposiciones individuales en Europa y Estados Unidos. Durante su carrera de casi 60 años, creó cerca de 6000 pinturas, convirtiéndolo en uno de los artistas más prolíficos de su época. La gran mayoría de sus obras son marinas, pero a menudo también representaba escenas de batallas, temas armenios y retratos. La mayor parte de sus trabajos se mantienen en museos rusos, ucranianos y armenios, así como en colecciones privadas.
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