Busco inútilmente sus pisadas
y ando sola por mis caminos rotos.
Mi universo está vacío.
La soledad es un monstruo que me habita.
Nadie está para alarmarme.
Nadie intenta una caricia.
En cada poro de mi piel mora su muerte.
y ando sola por mis caminos rotos.
Mi universo está vacío.
La soledad es un monstruo que me habita.
Nadie está para alarmarme.
Nadie intenta una caricia.
En cada poro de mi piel mora su muerte.
Pero vivo
y acudo cada día a la tristeza.
No pregunto, no doy,
no percibo,
no lloro.
Mis ojos secos están secos de esperanza.
Quiero hablar.
Contar.
Gritar.
Mi boca ahora es la que nunca tuvo un beso.
Soy espanto
y soy fatiga.
Soy la muerte.
En cada pliegue de mi velo está el recuerdo.
y acudo cada día a la tristeza.
No pregunto, no doy,
no percibo,
no lloro.
Mis ojos secos están secos de esperanza.
Quiero hablar.
Contar.
Gritar.
Mi boca ahora es la que nunca tuvo un beso.
Soy espanto
y soy fatiga.
Soy la muerte.
En cada pliegue de mi velo está el recuerdo.
Atardeceres, primaveras,
soles, lluvia,
todo lo leo con los ojos de un espectro,
todo parece
hundido en una nada.
Todo es silencio,
aridez y espinas.
En cada poro de mi piel está su vida.
soles, lluvia,
todo lo leo con los ojos de un espectro,
todo parece
hundido en una nada.
Todo es silencio,
aridez y espinas.
En cada poro de mi piel está su vida.
Gabriel A. Jacovkis Polack es un músico y escritor argentino, nacido en 1949. Reside desde 1976 en Barcelona (España). Trabaja desde hace años en la relación entre música y poesía y ha realizado varios espectáculos con este tema. En el año 2007 Art i Paraules editó el libro Del alba al ocaso, con poemas del autor y fotografías de Héctor Zampaglione.
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