El cambio climático ha provocado estragos en Bolivia. A causa de la sequía murieron especies de peces, flamencos y patos. Además, las familias de los pescadores se han visto obligadas a emigrar.
Una noticia terrible afecta a los habitantes de Bolivia. Su segundo lago más grande, El Poopó, solo superado por el Titicaca, se ha secado por completo y se ha convertido en un enorme salar producto de la contaminación minera y del cambio climático. Como consecuencia del mismo, se ha perdido su riqueza ictícola y obligando a sus pobladores, que vivían de esta economía, a emigrar hacía oro destino.
Este conocido lago está ubicado en la región de Oruro, a 3.700 metros sobre el nivel del mar. Su desaparición fue declarada por el gobierno boliviano como zona de desastre. Ahora, esta belleza natural se ha convertido en un hueco cubierto de sedimentos mineros y de arena rojiza.
Según, el profesor de la Universidad Técnica de Oruro, Milton Pérez, las causas de dicha desaparición son el cambio climático, el calentamiento global y las corrientes del océano Pacífico y el fenómeno de El Niño. Como consecuencia de la desaparición del agua, han muerto millones de peces y 500 aves, incluidos flamencos y patos, también perdieron la vida por la sequía y cerca de dos tercios de la comunidad ha decidido buscar su destino en otra zona y han abandonado esa región del altiplano y desplazado a otros lugares de Bolivia o han emigrado a Argentina o Chile.
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