viernes, 25 de septiembre de 2015


"Los Wayuu soñaron con un árbol lleno de telarañas en sus ramas. Buscaron ese árbol y en su corteza hallaron los dibujos que hoy día son Kanasü. Cortaron un trozo de la corteza y amarrándolo por el centro con un hilo lo colgaron en el telar para iniciarse en Kanasü (el arte que refleja la naturaleza y el mundo del pueblo Wayuu en los tejidos). Con palitos de ese árbol, trenzados con hilos de lana o de algodón los Wayuu forman la Kanaspi, una pulserita que se pone la mujer cuando quiere aprender el arte de Kanasü y que le da inteligencia, creatividad, paciencia."

1 comentario:

  1. Es un bonito don del cielo. Me encantaria aprender tambien...
    pero hace falta tener mucha paciencia para crear cosas asi.
    Buen dia!!! Gracias por compartir.

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