sábado, 31 de enero de 2015
MI VIDA CON LA OLA - Octavio Paz
Cuando deje aquel mar, una ola se adelanto entre todas. Era esbelta y ligera. A pesar de los gritos de las otras, que la detenían por el vestido flotante, se colgó de mi brazo y se fue conmigo saltando. No quise decirle nada, porque me daba pena avergonzarla ante sus compañeras. Además, las miradas coléricas de las mayores me paralizaron.
Cuando llegamos al pueblo, le expliqué que no podía ser, que la vida en la ciudad no era lo que ella pensaba en su ingenuidad de ola que nunca ha salido del mar. Me miro seria: "Su decisión estaba tomada. No podía volver." Intente dulzura, dureza, ironía. Ella lloro, grito, acaricio, amenazo. Tuve que pedirle perdón. Al día siguiente empezaron mis penas. Cómo subir al tren sin que nos vieran el conductor, los pasajeros, la policía? Es cierto que los reglamentos no dicen nada respecto al transporte de olas en los ferrocarriles, pero esa misma reserva era un indicio de la severidad con que se juzgaría nuestro acto.
Tras de mucho cavilar me presente en la estación una hora antes de la salida, ocupé mi asiento y, cuando nadie me veía, vacié el depósito de agua para los pasajeros; luego, cuidadosamente, vertí en él a mi amiga.
El primer incidente surgió cuando los niños de un matrimonio vecino declararon su ruidosa sed. Les salí al paso y les prometí refrescos y limonadas. Estaban a punto de aceptar cuando se acerco otra sedienta. Quise invitarla también, pero la mirada de su acompañante me detuvo. La señora tomo un vasito de papel, se acerco al depósito y abrió la llave . Apenas estaba a medio llenar el vaso cuando me interpuse de un salto entre ella y mi amiga. La señora me miro con asombro. Mientras pedía disculpas, uno de los niños volvió abrir el depósito. Lo cerré con violencia.
La señora se llevo el vaso a los labios: -Ay el agua esta salada. El niño le hizo eco. Varios pasajeros se levantaron. El marido llamo al Conductor: -Este individuo echo sal al agua. El Conductor llamo al Inspector: -Conque usted echo substancias en el agua? El Inspector llamo al Policía en turno: -Conque usted echo veneno al agua? El Policía en turno llamo al Capitán: - Conque usted es el envenenador? El Capitán llamo a tres agentes. Los agentes me llevaron a un vagón solitario, entre las miradas y los cuchicheos de los pasajeros. En la primera estación me bajaron y a empujones me arrastraron a la cárcel. Durante días no se me hablo, excepto durante los largos interrogatorios. Cuando contaba mi caso nadie me creía, ni siquiera el carcelero, que movía la cabeza, diciendo: "El asunto es grave, verdaderamente grave. No había querido envenenar a unos niños?" Una tarde me llevaron ante el Procurador. -Su asunto es difícil -repitió-. Voy a consignarlo al Juez Penal. Así paso un año. Al fin me juzgaron. Como no hubo víctimas, mi condena fue ligera. Al poco tiempo, llego el dia de la libertad. El Jefe de la Prisión me llamo: -Bueno, ya esta libre. Tuvo suerte. Gracias a que no hubo desgracias. Pero que no se vuelva a repetir, por que la próxima le costara caro... Y me miro con la misma mirada seria con que todos me veían.
Esa misma tarde tome el tren y luego de unas horas de viaje incómodo llegue a México. Tome un taxi y me dirigí a casa. Al llegar a la puerta de mi departamento oí risas y cantos. Sentí un dolor en el pecho, como el golpe de la ola de la sorpresa cuando la sorpresa nos golpea en pleno pecho: mi amiga estaba alli, cantando y riendo como siempre. -Cómo regresaste? -Muy fácil: en el tren. Alguien, después de cerciorarse de que sólo era agua salada, me arrojo en la locomotora. Fue un viaje agitado: de pronto era un penacho blanco de vapor, de pronto caía en lluvia fina sobre la máquina. Adelgace mucho. Perdí muchas gotas. Su presencia cambio mi vida. La casa de pasillos obscuros y muebles empolvados se lleno de aire, de sol, de rumores y reflejos verdes y azules, pueblo numeroso y feliz de reverberaciones y ecos.
Cuántas olas es una ola o como puede hacer playa o roca o rompeolas un muro, un pecho, una frente que corona de espumas! Hasta los rincones abandonados, los abyectos rincones del polvo y los detritus fueron tocados por sus manos ligeras. Todo se puso a sonreir y por todas partes brillaban dientes blancos. El sol entraba con gusto en las viejas habitaciones y se quedaba en casa por horas, cuando ya hacia tiempo que había abandonado las otras casas, el barrio, la ciudad, el país. Y varias noches, ya tarde, las escandalizadas estrellas lo vieron salir de mi casa, a escondidas. El amor era un juego, una creación perpetua. Todo era playa, arena, lecho de sábanas siempre frescas. Si la abrazaba, ella se erguía, increíblemente esbelta, como tallo liquido de un chopo; y de pronto esa delgadez florecía en un chorro de plumas blancas, en un penacho de risas de caían sobre mi cabeza y mi espalda y me cubrían de blancuras. O se extendía frente a mi, infinita como el horizonte, hasta que yo también me hacia horizonte y silencio. Plena y sinuosa, me envolvía como una música o unos labios inmensos. Su presencia era un ir y venir de caricias, de rumores, de besos. Entraba en sus aguas, me ahogaba a medias y en un cerrar de ojos me encontraba arriba, en lo alto del vértigo, misteriosamente suspendido, para caer después como una piedra , y sentirme suavemente depositado en lo seco, como una pluma. Nada es comparable a dormir mecido en las aguas, si no es despertar golpeado por mil alegres látigos ligeros, por arremetidas que se retiran riendo.
Pero jamás llegue al centro de su ser. Nunca toque el nudo del ay y de la muerte. Quizá en las olas no existe ese sitio secreto que hace vulnerable y mortal a la mujer, ese pequeño botón eléctrico donde todo se enlaza, se crispa y se yergue, para luego desfallecer . Su sensibilidad, como las mujeres, se propagaba en ondas, solo que no eran ondas concéntricas, sino excéntricas, que se extendían cada vez mas lejos, hasta tocar otros astros. Amarla era prolongarse en contactos remotos, vibrar con estrellas lejanas que no sospechamos. Pero su centro... no, no tenia centro, sino un vacío parecido al de los torbellinos, que me chupaba y me asfixiaba.
Tendido el uno al lado de otro , cambiábamos confidencias, cuchicheos, risas. Hecha un ovillo, caía sobre mi pecho y allí se desplegaba como una vegetación de rumores. Cantaba a mi oído, caracola. Se hacia humilde y transparente, echada a mis pies como un animalito, agua mansa. Era tan limpìda que podía leer todos sus pensamientos. Ciertas noches su piel se cubría de fosforescencias y abrazarla era abrazar un pedazo de noche tatuada de fuego. Pero se hacia también negra y amarga. A horas inesperadas mugía, suspiraba, se retorcía. Sus gemidos despertaban a los vecinos. Al oírla el viento del mar se ponía a rascar la puerta de la casa o deliraba en voz alta por alas azoteas. Los dias nublados la irritaban; rompía muebles, decía malas palabras, me cubría de insultos y de una espuma gris y verdosa. Escupía, lloraba, juraba, profetizaba. Sujeta a la luna, las estrellas, al influjo de la luz de otros mundos, cambiaba de humor y de semblante de una manera que a mi me parecía fantástica, pero que era tal como la marea.
Empezó a quejarse de soledad. Llene la casa de caracolas y conchas, pequeños barcos veleros, que en sus días de furia hacia naufragar (junto con los otros, cargados de imágenes, que todas las noches salían de mi frente y se hundía en sus feroces o graciosos torbellinos). Cuantos pequeños tesoros se perdieron en ese tiempo! Pero no le bastaban mis barcos ni el canto silencioso de las caracolas. Confieso que no sin celos los veía nadar en mi amiga, acariciar sus pechos, dormir entre sus piernas, adornar su cabellera con leves relámpagas de colores. Entre todos aquellos peces había unos particularmente repulsivos y feroces, unos pequeños tigres de acuario, grandes ojos fijos y bocas hendidas y carniceras. No se por que aberración mi amiga se complacía en jugar con ellos, mostrándoles sin rubor una preferencia cuyo significado prefiero ignorar. Pasaba largas horas encerrada con aquellas horribles criaturas.
Un día no pude mas; eche abajo la puerta y me arroje sobre ellos. Ágiles y fantasmales, se me escapaban entre las manos mientras ella reía y me golpeaba hasta derribarme. Sentí que me ahogaba. Y cuando estaba a punto de morir, morado ya, me deposito en la orilla y empezó a besarme, y humillado. Y al mismo tiempo la voluptuosidad me hizo cerrar los ojos. Porque su voz era dulce y me hablaba de la muerte deliciosa de loas ahogados.
Cuando volvi en mi, empece a temerla y a odiarla. Tenia descuidados mis asuntos. Empecé a frecuentar los amigos y reanude viejas y queridas relaciones. Encontre a una amiga de juventud. Haciéndole jurar que me guardaría el secreto, le conté mi vida con la ola. Nada conmueve tanto a las mujeres como la posibilidad de salvar a un hombre.
Mi redentora empleo todas sus artes, pero, qué podía una mujer, dueña de un número limitado de almas y cuerpos, frente a mi amiga, siempre cambiante - y siempre idéntica a si misma en su metamorfosis incesantes? Vino el invierno. El cielo se volvió gris. La niebla cayo sobre la ciudad. Lovia una llovizna helada. Mi amiga gritaba todas las noches. Durante el día se aislaba, quieta y siniestra, mascullando una sola silaba, como una vieja que rezonga en un rincón. Se puso fría; dormir con ella era tirar toda la noche y sentir como se helaba paulatinamente la sangre, los huesos, los pensamientos. Se volvió impenetrable, revuelta. Yo salia con frecuencia y mis ausencias eran cada vez mas prolongadas. Ella, en su rincón, aullaba largamente. Con dientes acerados y lengua corrosiva roia los muros, desmoronaba las paredes. Pasaba las noches en vela, haciéndome reproches. Tenía pesadillas, deliraba con el sol, con un gran trozo de hielo, navegando bajo cielos negros en noches largas como meses. Me injuriaba. Maldecía y reía; llenaba la casa de carcajadas y fantasmas. Llamaba a los monstruos de las profundidades, ciegos, rápidos y obtusos. Cargada de electricidad, carbonizaba lo que rozaba. Sus dulces brazos se volvieron cuerdas ásperas que me estrangulaban. Y su cuerpo verdoso y elástico, era un látigo implacable, que golpeaba, golpeaba, golpeaba.
Huí. los horribles peces reían con risa feroz. Allà en las montañas, entre los altos pinos y los despeñaderos, respire el aire frío y fino como un pensamiento de libertad. Al cabo de un mes regresé. Estaba decidido. Había hecho tanto frío que encontré sobre el mármol de la chimenea, junto al fuego extinto, una estatua de hielo. No me conmovió su aborrecida belleza. Le eché en un gran saco de lona y salí a la calle, con la dormida a cuestas. En un restaurante de las afueras la vendí a un cantinero amigo, que inmediatamente empezó a picarla en pequeños trozos, que depositó cuidadosamente en las cubetas donde se enfrían las botellas.
Cuando llegamos al pueblo, le expliqué que no podía ser, que la vida en la ciudad no era lo que ella pensaba en su ingenuidad de ola que nunca ha salido del mar. Me miro seria: "Su decisión estaba tomada. No podía volver." Intente dulzura, dureza, ironía. Ella lloro, grito, acaricio, amenazo. Tuve que pedirle perdón. Al día siguiente empezaron mis penas. Cómo subir al tren sin que nos vieran el conductor, los pasajeros, la policía? Es cierto que los reglamentos no dicen nada respecto al transporte de olas en los ferrocarriles, pero esa misma reserva era un indicio de la severidad con que se juzgaría nuestro acto.
Tras de mucho cavilar me presente en la estación una hora antes de la salida, ocupé mi asiento y, cuando nadie me veía, vacié el depósito de agua para los pasajeros; luego, cuidadosamente, vertí en él a mi amiga.
El primer incidente surgió cuando los niños de un matrimonio vecino declararon su ruidosa sed. Les salí al paso y les prometí refrescos y limonadas. Estaban a punto de aceptar cuando se acerco otra sedienta. Quise invitarla también, pero la mirada de su acompañante me detuvo. La señora tomo un vasito de papel, se acerco al depósito y abrió la llave . Apenas estaba a medio llenar el vaso cuando me interpuse de un salto entre ella y mi amiga. La señora me miro con asombro. Mientras pedía disculpas, uno de los niños volvió abrir el depósito. Lo cerré con violencia.
La señora se llevo el vaso a los labios: -Ay el agua esta salada. El niño le hizo eco. Varios pasajeros se levantaron. El marido llamo al Conductor: -Este individuo echo sal al agua. El Conductor llamo al Inspector: -Conque usted echo substancias en el agua? El Inspector llamo al Policía en turno: -Conque usted echo veneno al agua? El Policía en turno llamo al Capitán: - Conque usted es el envenenador? El Capitán llamo a tres agentes. Los agentes me llevaron a un vagón solitario, entre las miradas y los cuchicheos de los pasajeros. En la primera estación me bajaron y a empujones me arrastraron a la cárcel. Durante días no se me hablo, excepto durante los largos interrogatorios. Cuando contaba mi caso nadie me creía, ni siquiera el carcelero, que movía la cabeza, diciendo: "El asunto es grave, verdaderamente grave. No había querido envenenar a unos niños?" Una tarde me llevaron ante el Procurador. -Su asunto es difícil -repitió-. Voy a consignarlo al Juez Penal. Así paso un año. Al fin me juzgaron. Como no hubo víctimas, mi condena fue ligera. Al poco tiempo, llego el dia de la libertad. El Jefe de la Prisión me llamo: -Bueno, ya esta libre. Tuvo suerte. Gracias a que no hubo desgracias. Pero que no se vuelva a repetir, por que la próxima le costara caro... Y me miro con la misma mirada seria con que todos me veían.
Esa misma tarde tome el tren y luego de unas horas de viaje incómodo llegue a México. Tome un taxi y me dirigí a casa. Al llegar a la puerta de mi departamento oí risas y cantos. Sentí un dolor en el pecho, como el golpe de la ola de la sorpresa cuando la sorpresa nos golpea en pleno pecho: mi amiga estaba alli, cantando y riendo como siempre. -Cómo regresaste? -Muy fácil: en el tren. Alguien, después de cerciorarse de que sólo era agua salada, me arrojo en la locomotora. Fue un viaje agitado: de pronto era un penacho blanco de vapor, de pronto caía en lluvia fina sobre la máquina. Adelgace mucho. Perdí muchas gotas. Su presencia cambio mi vida. La casa de pasillos obscuros y muebles empolvados se lleno de aire, de sol, de rumores y reflejos verdes y azules, pueblo numeroso y feliz de reverberaciones y ecos.
Cuántas olas es una ola o como puede hacer playa o roca o rompeolas un muro, un pecho, una frente que corona de espumas! Hasta los rincones abandonados, los abyectos rincones del polvo y los detritus fueron tocados por sus manos ligeras. Todo se puso a sonreir y por todas partes brillaban dientes blancos. El sol entraba con gusto en las viejas habitaciones y se quedaba en casa por horas, cuando ya hacia tiempo que había abandonado las otras casas, el barrio, la ciudad, el país. Y varias noches, ya tarde, las escandalizadas estrellas lo vieron salir de mi casa, a escondidas. El amor era un juego, una creación perpetua. Todo era playa, arena, lecho de sábanas siempre frescas. Si la abrazaba, ella se erguía, increíblemente esbelta, como tallo liquido de un chopo; y de pronto esa delgadez florecía en un chorro de plumas blancas, en un penacho de risas de caían sobre mi cabeza y mi espalda y me cubrían de blancuras. O se extendía frente a mi, infinita como el horizonte, hasta que yo también me hacia horizonte y silencio. Plena y sinuosa, me envolvía como una música o unos labios inmensos. Su presencia era un ir y venir de caricias, de rumores, de besos. Entraba en sus aguas, me ahogaba a medias y en un cerrar de ojos me encontraba arriba, en lo alto del vértigo, misteriosamente suspendido, para caer después como una piedra , y sentirme suavemente depositado en lo seco, como una pluma. Nada es comparable a dormir mecido en las aguas, si no es despertar golpeado por mil alegres látigos ligeros, por arremetidas que se retiran riendo.
Pero jamás llegue al centro de su ser. Nunca toque el nudo del ay y de la muerte. Quizá en las olas no existe ese sitio secreto que hace vulnerable y mortal a la mujer, ese pequeño botón eléctrico donde todo se enlaza, se crispa y se yergue, para luego desfallecer . Su sensibilidad, como las mujeres, se propagaba en ondas, solo que no eran ondas concéntricas, sino excéntricas, que se extendían cada vez mas lejos, hasta tocar otros astros. Amarla era prolongarse en contactos remotos, vibrar con estrellas lejanas que no sospechamos. Pero su centro... no, no tenia centro, sino un vacío parecido al de los torbellinos, que me chupaba y me asfixiaba.
Tendido el uno al lado de otro , cambiábamos confidencias, cuchicheos, risas. Hecha un ovillo, caía sobre mi pecho y allí se desplegaba como una vegetación de rumores. Cantaba a mi oído, caracola. Se hacia humilde y transparente, echada a mis pies como un animalito, agua mansa. Era tan limpìda que podía leer todos sus pensamientos. Ciertas noches su piel se cubría de fosforescencias y abrazarla era abrazar un pedazo de noche tatuada de fuego. Pero se hacia también negra y amarga. A horas inesperadas mugía, suspiraba, se retorcía. Sus gemidos despertaban a los vecinos. Al oírla el viento del mar se ponía a rascar la puerta de la casa o deliraba en voz alta por alas azoteas. Los dias nublados la irritaban; rompía muebles, decía malas palabras, me cubría de insultos y de una espuma gris y verdosa. Escupía, lloraba, juraba, profetizaba. Sujeta a la luna, las estrellas, al influjo de la luz de otros mundos, cambiaba de humor y de semblante de una manera que a mi me parecía fantástica, pero que era tal como la marea.
Empezó a quejarse de soledad. Llene la casa de caracolas y conchas, pequeños barcos veleros, que en sus días de furia hacia naufragar (junto con los otros, cargados de imágenes, que todas las noches salían de mi frente y se hundía en sus feroces o graciosos torbellinos). Cuantos pequeños tesoros se perdieron en ese tiempo! Pero no le bastaban mis barcos ni el canto silencioso de las caracolas. Confieso que no sin celos los veía nadar en mi amiga, acariciar sus pechos, dormir entre sus piernas, adornar su cabellera con leves relámpagas de colores. Entre todos aquellos peces había unos particularmente repulsivos y feroces, unos pequeños tigres de acuario, grandes ojos fijos y bocas hendidas y carniceras. No se por que aberración mi amiga se complacía en jugar con ellos, mostrándoles sin rubor una preferencia cuyo significado prefiero ignorar. Pasaba largas horas encerrada con aquellas horribles criaturas.
Un día no pude mas; eche abajo la puerta y me arroje sobre ellos. Ágiles y fantasmales, se me escapaban entre las manos mientras ella reía y me golpeaba hasta derribarme. Sentí que me ahogaba. Y cuando estaba a punto de morir, morado ya, me deposito en la orilla y empezó a besarme, y humillado. Y al mismo tiempo la voluptuosidad me hizo cerrar los ojos. Porque su voz era dulce y me hablaba de la muerte deliciosa de loas ahogados.
Cuando volvi en mi, empece a temerla y a odiarla. Tenia descuidados mis asuntos. Empecé a frecuentar los amigos y reanude viejas y queridas relaciones. Encontre a una amiga de juventud. Haciéndole jurar que me guardaría el secreto, le conté mi vida con la ola. Nada conmueve tanto a las mujeres como la posibilidad de salvar a un hombre.
Mi redentora empleo todas sus artes, pero, qué podía una mujer, dueña de un número limitado de almas y cuerpos, frente a mi amiga, siempre cambiante - y siempre idéntica a si misma en su metamorfosis incesantes? Vino el invierno. El cielo se volvió gris. La niebla cayo sobre la ciudad. Lovia una llovizna helada. Mi amiga gritaba todas las noches. Durante el día se aislaba, quieta y siniestra, mascullando una sola silaba, como una vieja que rezonga en un rincón. Se puso fría; dormir con ella era tirar toda la noche y sentir como se helaba paulatinamente la sangre, los huesos, los pensamientos. Se volvió impenetrable, revuelta. Yo salia con frecuencia y mis ausencias eran cada vez mas prolongadas. Ella, en su rincón, aullaba largamente. Con dientes acerados y lengua corrosiva roia los muros, desmoronaba las paredes. Pasaba las noches en vela, haciéndome reproches. Tenía pesadillas, deliraba con el sol, con un gran trozo de hielo, navegando bajo cielos negros en noches largas como meses. Me injuriaba. Maldecía y reía; llenaba la casa de carcajadas y fantasmas. Llamaba a los monstruos de las profundidades, ciegos, rápidos y obtusos. Cargada de electricidad, carbonizaba lo que rozaba. Sus dulces brazos se volvieron cuerdas ásperas que me estrangulaban. Y su cuerpo verdoso y elástico, era un látigo implacable, que golpeaba, golpeaba, golpeaba.
Huí. los horribles peces reían con risa feroz. Allà en las montañas, entre los altos pinos y los despeñaderos, respire el aire frío y fino como un pensamiento de libertad. Al cabo de un mes regresé. Estaba decidido. Había hecho tanto frío que encontré sobre el mármol de la chimenea, junto al fuego extinto, una estatua de hielo. No me conmovió su aborrecida belleza. Le eché en un gran saco de lona y salí a la calle, con la dormida a cuestas. En un restaurante de las afueras la vendí a un cantinero amigo, que inmediatamente empezó a picarla en pequeños trozos, que depositó cuidadosamente en las cubetas donde se enfrían las botellas.
Osho
“La vida no te está esperando en ninguna parte, te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte, te la perderás”
Osho.
Michel Montaigne
Si no me encuentras enseguida, no te desanimes;
si no estoy en aquel sitio, búscame en otro.
Te espero, en algún sitio estoy esperándote.
Michel Montaigne
viernes, 30 de enero de 2015
Vox Dei - La Biblia - Libros Sapienciales
De sol a sol,
labrando tierra tendrás tu pan.
Todos los ríos van al mar.
pero este nunca se llenará
Todos los ríos,
siempre volverán a donde salieron
para comenzar
a correr de nuevo.
Lo que que siempre fue lo mismo, será.
Lo que siempre hicieron, repetirán.
No olvidar.
Lo que ves ya se ha visto ya .
Tal vez algún día lo sabrás.
Que todo tiene un tiempo bajo el sol,
Porque habrá siempre:
Tiempo de plantar y de cosechar.
Tiempo de hablar, también de callar.
Tiempo para guerra y tiempo de paz.
Tiempo para el tiempo y un rato más.
Buenas y malas son,
cosas que vivo hoy.
No es esta tierra, no.
Sueño color azul.
¿No es quizás,
que no sé mirar?
¿Cuánto, cuánto,
hay a mi alrededor?
Más de lo que mis ojos
pueden mirar, y llegar a ver.
Estas son razones que dicen que:
sólo sé
que sé querer.
Y que tengo Dios y tengo fe.
Y que doy amor.
Y puedo ser.
Sé que en algún lugar.
alguien me espera hoy.
Sé que ahora tengo yo,
alguien a quién buscar.
¿No es quizás
que no sé mirar?
¿Cuánto, cuánto,
hay a mi alrededor?
Más de lo que mis ojos
pueden mirar, y llegar a ver .
Estas son razones que dicen que:
sólo sé,
que sé querer.
Y que tengo Dios y tengo fe.
Y doy amor.
Y puedo ser.
''La Biblia según Vox Dei'' es la primera obra conceptual del rock en castellano...una obra que, sin lugar a dudas, marca un hilo en la historia del género acercando, sin llegar a tocar lo religioso, un mensaje de amor y humanismo.
Para su gestación, a fines de la década del '60, fueron necesarios casi dos años de intenso trabajo de investigación sobre las sagradas escrituras y más de 150 horas de grabación (casi récord para la época), que terminaron abruptamente por la desaparición del ''master''... lo que tuvo por resultado un disco incompleto: ''La Biblia'' vio la luz con el último de sus movimientos, el Apocalipsis, sin haber sido terminado.
El motor de ésta versión de '' La Biblia'', es un nuevo desafío: por primera vez, la obra que reunió a tres generaciones de argentinos, va a ser escuchada en forma completa, e interpretada por el trío original.
De esta manera, Ricardo Soulé, Willy Quiroga y Rubén Basoalto, con los mejores adelantos técnicos y el estilo Vox Dei de los '90, llegan hoy a su público a través de su máxima obra, con un sonido actualizado, directo y transparente.
Junto a ''La Biblia'' se presenta, a manera de ''bonus track'': la Obertura de ''El Manto de Elías'' en dos movimientos, un adelanto del que será el sucesor de este disco y la nueva obra conceptual de Vox Dei.
Serú Girán - A cada hombre, a cada mujer
A cada hombre, a cada mujer
Yo canto para alcanzarte
atravesando todo el azul
Yo canto para mostrarte que sangro igual que vos
y está oscuro en esta cárcel
que soy desde que tengo memoria
y está ciega mi mirada
sin tu luz.
Yo canto para abrazarte
porque encenderte ya no me basta
yo canto para librarme
de las cadenas negras de ideas y palabras
que trazan una línea en el agua
dividiendo lo indivisible
vos y yo.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en mí.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en ti.
Yo canto para escucharte
porque tu voz es la melodía
canto para nombrarte
en incontables nombres y rostros y señales,
la gota de agua, el pan, los trigales,
reflejando cada espiga
todo el sol.
reflejando cada espiga
todo el sol.
reflejando cada espiga
todo el sol.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en mí.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en ti.
atravesando todo el azul
Yo canto para mostrarte que sangro igual que vos
y está oscuro en esta cárcel
que soy desde que tengo memoria
y está ciega mi mirada
sin tu luz.
Yo canto para abrazarte
porque encenderte ya no me basta
yo canto para librarme
de las cadenas negras de ideas y palabras
que trazan una línea en el agua
dividiendo lo indivisible
vos y yo.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en mí.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en ti.
Yo canto para escucharte
porque tu voz es la melodía
canto para nombrarte
en incontables nombres y rostros y señales,
la gota de agua, el pan, los trigales,
reflejando cada espiga
todo el sol.
reflejando cada espiga
todo el sol.
reflejando cada espiga
todo el sol.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en mí.
Uno y uno y
uno en uno y
uno a uno y
todo en uno en ti.
Nosotros y mañana
Miniatura enamorada de la inmensidad,
nosotros y mañana, nosotros y mañana.
Y mientras se asesina,
se nace y se camina.
Y el paso está minado,
y el todo esperanzado,
con muerte y primavera
resiste, enamorado.
Miniatura enamorada de la inmensidad,
nosotros y mañana, nosotros y mañana.
Romance con la muerte,
brujería de la suerte,
coraje de estar vivo
sin pánico ni olvido,
coraje de morirse,
con pánico y olvido.
Miniatura enamorada de la inmensidad,
nosotros y mañana, nosotros y mañana,
belleza tan redonda,
feliz como el principio,
sinceros como el alba,
y buenos como el fondo,
azul como su hijo,
bebé como su cielo.
Miniatura enamorada de la inmensidad,
nosotros y mañana, nosotros y mañana.
nosotros y mañana, nosotros y mañana.
Y mientras se asesina,
se nace y se camina.
Y el paso está minado,
y el todo esperanzado,
con muerte y primavera
resiste, enamorado.
Miniatura enamorada de la inmensidad,
nosotros y mañana, nosotros y mañana.
Romance con la muerte,
brujería de la suerte,
coraje de estar vivo
sin pánico ni olvido,
coraje de morirse,
con pánico y olvido.
Miniatura enamorada de la inmensidad,
nosotros y mañana, nosotros y mañana,
belleza tan redonda,
feliz como el principio,
sinceros como el alba,
y buenos como el fondo,
azul como su hijo,
bebé como su cielo.
Miniatura enamorada de la inmensidad,
nosotros y mañana, nosotros y mañana.
Jean Paul Sartre, La Nausea
Jean Paul Sartre, La Nausea
Eduardo Galeano
Somos libres de inventarnos a nosotros mismos. Somos libres de ser lo que se nos ocurra ser. El destino es un espacio abierto y para llenarlo como se debe hay que pelear a brazo partido contra el quieto mundo de la muerte y la obediencia y las putas prohibiciones
Eduardo Galeano
Un 30 de enero en la historia de los Beatles
Publicado: 30 enero, 2015
1967: Filmación de “Strawberry Fields” y “Penny Lane”.
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EMI estaba desesperada por lanzar un nuevo simple de Los Beatles, por lo que Brian Epstein le preguntó a George Martin por dos pistas de las sesiones del “Sgt. Pepper”. George, de mala gana le ofreció “Strawberry Fields” y “Penny Lane”.
Los Beatles comenzaron las filmaciones del los clips promocionales para “Strawberry Fields” y “Penny Lane” en Knole Park, Sevenoaks en Kent donde el director Peter Goldmann los filmó cerca de un cedro muerto que había en el parque.
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1969: El Concierto en la azotea de Apple.
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Mal y Neil afinaron los instrumentos, como en los viejos tiempos, y los Beatles, con Billy Preston, tomaron posición en la terraza de Savile Row.
El tránsito se tuvo que detener porque muchedumbres de gente ocuparon el pavimento al mediodía y desde las ventanas y azoteas de las oficinas cercanas de esta zona de Londres, los oficinistas tuvieron una vista privilegiada de lo que sería la última performance en vivo de Los Beatles.
La policía trató de detener el show, pero la seguridad en la puerta de Apple y la renuencia de parte de la policía para en realidad cancelar una escena tan extraordinaria, permitieron que ellos toquen durante 42 minutos.
Comenzaron con un ensayo de ‘Get Back’, luego volvieron a tocar ‘Get Back’, siguieron con ‘Don’t Let Me Down’, ‘I’ve Got A Feeling’, ‘The One After 909′, ‘Dig A Pony’ (para ésta, un asistente tuvo que sostener en frente de John un papel con la letra de la canción), ‘God Save The Queen’, ‘I’ve Got A Feeling’ (otra vez), ‘Don’t Let Me Down’ (de nuevo) y ‘Get Back’ (una vez más).
Esta versión final de ‘Get Back’ fue interrumpida por la policía y Paul cantó, “You’ve been playing on the roofs again and you know your momma doesn’t like it, she’s gonna have you arrested!” (“Estás tocando en la terraza y a tu mamá no le gusta, ella te va a arrestar!”). Al final de la canción, Maureen Starkey explotó en gritos y aplausos, lo que hizo que Paul vuelva al micrófono y diga: “Thanks, Mo!”.
John finalizó el show, y la carrera de Los Beatles en vivo, con sus palabras “I’d like to say thank you on behalf of the group and ourselves and I hope we passed the audition.” (“Me gustaría agradecer en nombre del grupo y de nosotros mismos y espero que hayamos pasado la audición”).
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1971: George en los Charts británicos.
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El single ‘My Sweet Lord’ y el album ‘All Things Must Pass’ de George alcanzan el número uno en los charts británicos el mismo día. Hacia el final del mes, se revela que el single ha pasado la 200.000 ventas, con alrededor de 30.000 copias siendo vendidas por día. En EEUU, las ventas han ido por delante de las dos millones. En Gran Bretaña, las ventas para el álbum ahora se acercan a 60.000 copias.”
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1973: Celebración en el show Old Grey “Whistle Test”.
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Como parte de la 10° celebración del aniversario de cuando Los Beatles lograron su primer single número uno (dependiendo, sobre cual chart uno lee), el show Old Grey Whistle Test de esta noche (transmitido en BBC2 entre las 10:45 y las 11:14pm) presenta tres temas completos (‘Please Please Me’, ‘From Me To You’ y ‘I Saw Her Standing There’) del concierto en el Washington Coliseum en EEUU del 11 de febrero de 1964.
El programa también incluye la primera emisión de ‘Move On Fast’, un clip no difundido de John y Yoko del concierto One To One del 30 de agosto de 1972 en el Madison Square Garden, que, para esta transmisión, ha sido mezclado con varias escenas de la película Imagine. Durante la introducción de Bob Harris a los clips, cuenta que él estaba en la audiencia en el show de NME Poll Winners en el Empire Pool, de Wembley el 26 de abril de 1964. También en el programa de hoy, se emite una performance en mímica del grupo The Who.
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1999: Transmiten a Ringo en VH-1.
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VH-1 en EEUU emite la edición de Ringo Starr de Hard Rock Live.En Birmingham, St. Andrews, las hamburguesas “vegetales” de Linda son regaladas a los hinchas en un partido del local Birmingham City Football Club. aunque se rumorea que Paul estará presente en la promoción, no aparece.
El correcto 30º aniversario de la última actuación en público de Los Beatles en los Apple HQ de Saville Row, Londres, es reconocido cuando el archivo semanal de BBC2 TOTP2 emite el clip completo de ‘Get Back’, extraído de la versión remasterizada de la película Let It Be (Apple Corps en Londres suministra el clip a la BBC).
jueves, 29 de enero de 2015
Rayuela - Capítulo 34
Pero qué hermosa estabas en la ventana, con el gris
del cielo posado en una mejilla, las manos teniendo
el libro, la boca siempre un poco ávida, los ojos du-
dosos. Había tanto tiempo perdido en vos, eras de
tal manera el molde de lo que hubieras podido ser
bajo otras estrellas, que tomarte en los brazos y
hacerte el amor se volvían una tarea demasiado tier-
na, demasiado lindante con la obra pía, y ahí me
engañaba yo, me dejaba caer en el imbécil orgullo
del intelectual que se cree equipado para entender
(¿llorando a moco y baba?, pero es sencillamente
asqueroso como expresión). Equipado para entender
si dan ganas de reírse, Maga. Oí, esto sólo para vos,
para que no se lo cuentes a nadie. Maga, el molde
hueco era yo, vos temblabas, pura y libre como una
llama, como un río de mercurio, como el primer can-
to de un pájaro cuando rompe el alba, y es dulce
decírtelo con las palabras que te fascinaban porque
no creías que existieran fuera de los poemas, y que
tuviéramos derecho a emplearlas.
Rayuela - Capítulo 34
del cielo posado en una mejilla, las manos teniendo
el libro, la boca siempre un poco ávida, los ojos du-
dosos. Había tanto tiempo perdido en vos, eras de
tal manera el molde de lo que hubieras podido ser
bajo otras estrellas, que tomarte en los brazos y
hacerte el amor se volvían una tarea demasiado tier-
na, demasiado lindante con la obra pía, y ahí me
engañaba yo, me dejaba caer en el imbécil orgullo
del intelectual que se cree equipado para entender
(¿llorando a moco y baba?, pero es sencillamente
asqueroso como expresión). Equipado para entender
si dan ganas de reírse, Maga. Oí, esto sólo para vos,
para que no se lo cuentes a nadie. Maga, el molde
hueco era yo, vos temblabas, pura y libre como una
llama, como un río de mercurio, como el primer can-
to de un pájaro cuando rompe el alba, y es dulce
decírtelo con las palabras que te fascinaban porque
no creías que existieran fuera de los poemas, y que
tuviéramos derecho a emplearlas.
Rayuela - Capítulo 34
Lin Yutang
La vida está compuesta de insignificancias,el año de instantes y las montañas de granos de arena...por lo tanto no desperdicies nada por pequeño que parezca.
Lin Yutang
miércoles, 28 de enero de 2015
Jeff Foster
Los actuales pensamientos, sensaciones, sentimientos y sonidos ya están aquí, completamente presentes y brillando con toda su fuerza. Este momento, este vibrante movimiento de vida, ha llegado antes que "tú". Es previo a cualquier pensamiento. Esto es a lo que llamo Profunda Aceptación - aceptación sin un opuesto, sin nadie que tenga que "llevar a cabo" ninguna aceptación. Es la rendición total.
En ese lapso ilusorio de tiempo y espacio que hay entre la vida y "tú" es en donde residen todos tus problemas.
Ya es demasiado tarde para "Tu" aceptación o rechazo de este momento.
Jeff Foster
La fuerza de la intención
Carlos Castañeda
martes, 27 de enero de 2015
La belleza
Enemigo de la guerra
y su reverso, la medalla
no propuse otra batalla
que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra
bajo el paso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria
el poder de la razón
y ahora que ya no hay trincheras
el combate es la escalera
y el que trepe a lo mas alto
pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto
la belleza...
Míralos, como reptiles,
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión;
siguen todos los raíles
que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbre
su parásita ambición.
Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta;
mercaderes, traficantes,
mas que náusea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza...
Y me hablaron de futuros
fraternales, solidarios,
donde todo lo falsario
acabaría en el pilón.
Y ahora que se cae el muro
ya no somos tan iguales,
tanto vendes, tanto vales,
¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza…
y su reverso, la medalla
no propuse otra batalla
que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra
bajo el paso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria
el poder de la razón
y ahora que ya no hay trincheras
el combate es la escalera
y el que trepe a lo mas alto
pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto
la belleza...
Míralos, como reptiles,
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión;
siguen todos los raíles
que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbre
su parásita ambición.
Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta;
mercaderes, traficantes,
mas que náusea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza...
Y me hablaron de futuros
fraternales, solidarios,
donde todo lo falsario
acabaría en el pilón.
Y ahora que se cae el muro
ya no somos tan iguales,
tanto vendes, tanto vales,
¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza…
La canción y yo
Vieja luz, me enamora versos en mi voz.
Nueva quietud, amanéceme
desde mí hasta donde quiera que no está
la claridad, la mismísima verdad.
Un nuevo cantar,
un ser del azar,
una libertad,
una canción milagrosa
que en mi voz se queja.
Una demente paz,
una obsesionada cruz,
un eclipse de ira,
una canción que no nace
y otra que se me muere.
Nueva luz, desamora versos del adiós.
Vieja quietud, anochéceme
sin final, imaginándolo,
pura canción, que me encuentra, que me olvida.
Ningún dolor supo terminar
la fatalidad, la sincera subida.
Ningún dolor se quedó sin amor:
lejos de doler, me devolvió el corazón.
Ningún dolor supo terminar
la fatalidad de los sueños perdidos.
Ningún dolor se quedó sin morir:
me volvió en canciones la razón de vivir.
Nueva quietud, amanéceme
desde mí hasta donde quiera que no está
la claridad, la mismísima verdad.
Un nuevo cantar,
un ser del azar,
una libertad,
una canción milagrosa
que en mi voz se queja.
Una demente paz,
una obsesionada cruz,
un eclipse de ira,
una canción que no nace
y otra que se me muere.
Nueva luz, desamora versos del adiós.
Vieja quietud, anochéceme
sin final, imaginándolo,
pura canción, que me encuentra, que me olvida.
Ningún dolor supo terminar
la fatalidad, la sincera subida.
Ningún dolor se quedó sin amor:
lejos de doler, me devolvió el corazón.
Ningún dolor supo terminar
la fatalidad de los sueños perdidos.
Ningún dolor se quedó sin morir:
me volvió en canciones la razón de vivir.
Fito Páez - La Verónica- El amor despues del amor 20 Años- DVD
No se filmó en Portugal, eso no estaba en su plan
ella deshizo valijas, prendió un cigarrillo y bajó a la ciudad
Roma no estaba tan mal, debo admitir nada mal
algo mantiene el hechizo pensó, y se dejó llevar
por un tipo que bajaba solo por la calle del calvario
plano secuencia real, solo debo caminar
si de algo estaba segura era que su Veronica no iba a llorar
Tarde de crucifixión, clavan al hijo de Dios
guarda el guión en un bolso amarillo
y se tira al sol ... a bailar
todas las vidas cayeron al mar
y es tan suave verlas
todas las vidas cayeron al mar
y se van, y se van, y se van
Ella quiso hacerlo tan feliz...
Exterior / día / toma 22
y el sudor de Cristo dibujado sobre un manto.
Todas las vidas cayeron al mar
y es tan suave verlas
todas las vidas cayeron al mar
y se van, y se van, y se van
Ella quiso hacerlo tan feliz
El quiso un amor y no una actriz
ella quiso hacerlo tan feliz...
El y su coraza de marfil
diseñada a resistir
los encantos del jazmín
yo no sé, por qué
eligió su dulce piel
fue quizás porque la vió tan sola
yo no sé ni por qué
eligió aquella mujer
no hizo más que volverse loca
Y el sudor de Cristo dibujado sobre un manto
Todas las vidas cayeron al mar
y es tan suave verlas
todas las vidas cayeron al mar
y se van, y se van, y se van
Ella quiso hacerlo tan feliz
El quiso un amor y no una actriz
ella quiso hacerlo tan feliz...
Exterior / día / toma 22
y el sudor de Cristo dibujado sobre un manto.
lunes, 26 de enero de 2015
Blues for Maggie - Julio Cortázar/ Jamila Castillo y Pablo Milanés
nada es serio ni digno de que se tome en cuenta,
nos hicimos jugando todo el mal necesario
nos hicimos jugando todo el mal necesario
ya ves, no es una carta esto,
nos dimos esa miel de la noche, los bares,
el placer boca abajo, los cigarrillos turbios
cuando en el cielo raso tiembla la luz del alba,
el placer boca abajo, los cigarrillos turbios
cuando en el cielo raso tiembla la luz del alba,
ya ves,
y yo sigo pensando en ti,
y yo sigo pensando en ti,
no te escribo, de pronto miro el cielo, esa nube que pasa
y tú quizás allá en tu malecón mirarás una nube
y eso es mi carta, algo que corre indescifrable y lluvia.
y tú quizás allá en tu malecón mirarás una nube
y eso es mi carta, algo que corre indescifrable y lluvia.
Nos hicimos jugando todo el mal necesario,
el tiempo pone el resto, los oseznos
duermen junto a una ardilla deshojada.
el tiempo pone el resto, los oseznos
duermen junto a una ardilla deshojada.
Julio Cortázar, de Papeles Inesperados
CLAVES DEL AMOR INCONDICIONAL DE LOS INDIOS HOPI.
Eres único, diferente de todos los otros.
Sin reserva ni duda, permito que estés en el mundo como eres, sin un pensamiento o palabra de juicio...
No veo error alguno en las cosas que puedas decir, ni hacer, sentir y creer porque entiendo que te estás honrando a ti mismo al ser y hacer lo que es verdad para ti.
No puedo recorrer la vida con tus ojos ni verla a través de tu corazón.
No he estado donde tu has estado ni experimentado lo que has experimentado, viendo la vida desde tu perspectiva única.
Te aprecio exactamente como eres, siendo tu propia y singular chispa de la Conciencia Infinita, buscando encontrar tu propia forma individual de relacionarte con el mundo.
Sin reserva ni duda, te permito cada elección para que aprendas de la forma que te parezca apropiada.
Es vital que seas tu propia persona y no alguien que yo u otros piensen que "deberías" ser.
En la medida de mi capacidad, sin denigrarme o ponerme en un compromiso, te apoyaré en eso.
No puedo saber lo que es lo mejor para ti, lo que es verdad para ti o lo que necesitas, porque no sé lo que has elegido aprender, cómo has elegido aprenderlo, con quien o en qué periodo de tiempo.
Solo tu puedes sentir tu excitación interna y escuchar tu voz interna - yo sólo tengo la mía.
Reconozco que, aunque sean diferentes entre si, todas las maneras de percibir y experimentar las diferentes facetas de nuestro mundo, todas son válidas.
Sin reserva ni duda admito las elecciones que hagas en cada momento.
No emito juicio sobre esto porque es imprescindible que honre tu derecho a tu evolución individual, porque esto da poder a ese derecho para mí y para todos los otros.
A aquellos que elegirían un camino que no puedo andar o que no andaría, y aunque puede que elija no añadir mi poder y mi energía a ese camino, nunca te negaré el regalo de amor que Dios me ha concedido para toda la creación.
Como te amo, así seré amado.
Así como siembro, recogeré.
Sin reserva ni duda, te permito el derecho universal de libre albedrío para andar tu propio camino, creando etapas o manteniéndote quieto cuando sientas que es apropiado para ti.
No puedo ver siempre el cuadro más grande del Orden Divino y así no emitiré juicio sobre si tus pasos son grandes o pequeños, ligeros o pesados o conduzcan hacia arriba o hacia abajo, porque esto sólo sería mi punto de vista.
Aunque vea que no haces nada y juzgue que esto es indigno, yo reconozco que puede que seas el que traiga una gran sanación al permanecer en calma, bendecido por la Luz de Dios.
Porque es el derecho inalienable de toda vida el elegir su propia evolución, y sin reserva ni duda reconozco tu derecho a determinar tu propio futuro.
Con humildad, me postro ante la comprensión de que el camino que veo es mejor para mi no significa que sea también correcto para ti, que lo que yo creo no es necesariamente verdad para ti.
Sé que eres guiado como yo lo soy, siguiendo tu entusiasmo interno por conocer tu propio camino.
Sé que las muchas razas, religiones, costumbres, nacionalidades y creencias en nuestro mundo nos traen una gran riqueza y nos procuran los beneficios y enseñanzas de tal diversidad.
Sé que cada uno de nosotros aprende en nuestra manera única para devolver ese amor y sabiduría al TODO.
Entiendo que si sólo hubiese una forma de hacer algo, sólo necesitaría haber una persona.
Apreciaré tu luz interna única te comportes o no dé la manera en la que considero que deberías, aunque creas en cosas que yo no creo.
Entiendo que eres verdaderamente mi hermano y mi hermana, aunque puede que hayas nacido en un lugar diferente y creas en diferentes ideales.
El amor que siento es por absolutamente todo lo que ES.
Sé que cada cosa viva es una parte de una conciencia y siento un amor profundo por cada persona, animal, árbol, piedra y flor, por cada pájaro, río y océano y por todo lo que es en el mundo.
Vivo mi vida en servicio amoroso, siendo el mejor yo que
pueda, haciéndome más sabio en la perfección de la Verdad Divina, haciéndome más feliz, más sano, y cada vez más abundante y gozoso.
Aunque a lo largo del camino puede que me gustes, sienta indiferencia por vos, o me disgustes, no voy a dejar de amarte, de honrar tu singularidad y de permitirte ser tu.
Esta es la llave de la paz y armonía en nuestras vidas y en nuestra Tierra porque es la piedra central del Amor Incondicional.
Sin reserva ni duda, permito que estés en el mundo como eres, sin un pensamiento o palabra de juicio...
No veo error alguno en las cosas que puedas decir, ni hacer, sentir y creer porque entiendo que te estás honrando a ti mismo al ser y hacer lo que es verdad para ti.
No puedo recorrer la vida con tus ojos ni verla a través de tu corazón.
No he estado donde tu has estado ni experimentado lo que has experimentado, viendo la vida desde tu perspectiva única.
Te aprecio exactamente como eres, siendo tu propia y singular chispa de la Conciencia Infinita, buscando encontrar tu propia forma individual de relacionarte con el mundo.
Sin reserva ni duda, te permito cada elección para que aprendas de la forma que te parezca apropiada.
Es vital que seas tu propia persona y no alguien que yo u otros piensen que "deberías" ser.
En la medida de mi capacidad, sin denigrarme o ponerme en un compromiso, te apoyaré en eso.
No puedo saber lo que es lo mejor para ti, lo que es verdad para ti o lo que necesitas, porque no sé lo que has elegido aprender, cómo has elegido aprenderlo, con quien o en qué periodo de tiempo.
Solo tu puedes sentir tu excitación interna y escuchar tu voz interna - yo sólo tengo la mía.
Reconozco que, aunque sean diferentes entre si, todas las maneras de percibir y experimentar las diferentes facetas de nuestro mundo, todas son válidas.
Sin reserva ni duda admito las elecciones que hagas en cada momento.
No emito juicio sobre esto porque es imprescindible que honre tu derecho a tu evolución individual, porque esto da poder a ese derecho para mí y para todos los otros.
A aquellos que elegirían un camino que no puedo andar o que no andaría, y aunque puede que elija no añadir mi poder y mi energía a ese camino, nunca te negaré el regalo de amor que Dios me ha concedido para toda la creación.
Como te amo, así seré amado.
Así como siembro, recogeré.
Sin reserva ni duda, te permito el derecho universal de libre albedrío para andar tu propio camino, creando etapas o manteniéndote quieto cuando sientas que es apropiado para ti.
No puedo ver siempre el cuadro más grande del Orden Divino y así no emitiré juicio sobre si tus pasos son grandes o pequeños, ligeros o pesados o conduzcan hacia arriba o hacia abajo, porque esto sólo sería mi punto de vista.
Aunque vea que no haces nada y juzgue que esto es indigno, yo reconozco que puede que seas el que traiga una gran sanación al permanecer en calma, bendecido por la Luz de Dios.
Porque es el derecho inalienable de toda vida el elegir su propia evolución, y sin reserva ni duda reconozco tu derecho a determinar tu propio futuro.
Con humildad, me postro ante la comprensión de que el camino que veo es mejor para mi no significa que sea también correcto para ti, que lo que yo creo no es necesariamente verdad para ti.
Sé que eres guiado como yo lo soy, siguiendo tu entusiasmo interno por conocer tu propio camino.
Sé que las muchas razas, religiones, costumbres, nacionalidades y creencias en nuestro mundo nos traen una gran riqueza y nos procuran los beneficios y enseñanzas de tal diversidad.
Sé que cada uno de nosotros aprende en nuestra manera única para devolver ese amor y sabiduría al TODO.
Entiendo que si sólo hubiese una forma de hacer algo, sólo necesitaría haber una persona.
Apreciaré tu luz interna única te comportes o no dé la manera en la que considero que deberías, aunque creas en cosas que yo no creo.
Entiendo que eres verdaderamente mi hermano y mi hermana, aunque puede que hayas nacido en un lugar diferente y creas en diferentes ideales.
El amor que siento es por absolutamente todo lo que ES.
Sé que cada cosa viva es una parte de una conciencia y siento un amor profundo por cada persona, animal, árbol, piedra y flor, por cada pájaro, río y océano y por todo lo que es en el mundo.
Vivo mi vida en servicio amoroso, siendo el mejor yo que
pueda, haciéndome más sabio en la perfección de la Verdad Divina, haciéndome más feliz, más sano, y cada vez más abundante y gozoso.
Aunque a lo largo del camino puede que me gustes, sienta indiferencia por vos, o me disgustes, no voy a dejar de amarte, de honrar tu singularidad y de permitirte ser tu.
Esta es la llave de la paz y armonía en nuestras vidas y en nuestra Tierra porque es la piedra central del Amor Incondicional.
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