Cada problema es una oportunidad para madurar y cambiar. De hecho, cada problema es realmente un reto para subir más alto y ser una persona diferente. Los chinos son sabios. A medida que su idioma se desarrollaba, dos símbolos chinos fueron combinados para formar la palabra crisis. Uno de los símbolos significaba peligro y el otro significaba oportunidad. Estos dos símbolos nos permiten elegir. Podemos sentirnos en peligro y estar temerosos o podemos buscar y encontrar la oportunidad.
La oportunidad es el enfoque de toda persona interesada en vivir una vida espiritual. Una y otra vez en la historia, los problemas nos han retado no tanto con la necesidad de una solución, sino con la tarea de descubrir algo sobre nosotros mismos. David enfrentó a Goliat e hizo mucho más que derrotar al gigante. Encontró recursos en él que lo capacitarían a guiar a su gente. Por medio de su experiencia en el foso de los leones, Daniel encontró que una conciencia de Dios es toda la protección que cualquier persona realmente necesita.
Elige hoy si darás atención a un peligro que has percibido, o considerarás el descubrimiento de algo acerca de ti que no has descubierto antes. Cuando recuerdes el problema, recuerda: este problema es una oportunidad.
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