EL ARTISTA DE LA TERNURA Y LOS ABUSOS DEL HOMBRE
Quito, 1919- Baltimore, EUA, 1999. Fue un destacado pintor ecuatoriano. Su apellido en “quichua” significa “ave blanca volando”.
SU VIDA Y OBRA
Hijo de padre indígena: José Miguel Guayasamín, de ascendencia quichua y de madre mestiza: Dolores Calero. Su padre trabajaba como carpintero y , más tarde, como taxista y camionero. Oswaldo fue el primero de 10 hijos.
Comenzó a pintar y dibujar desde su infancia, y vendía sus trabajos a los turistas para costearse los estudios. Aunque hubo que enfrentarse a la oposición paterna, finalmente se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Quito, en la que permaneció durante 7 años y de la que recibió el título de pintor y escultor en 1941, siendo el mejor alumno de su promoción.
Es la época (1932) de ” la guerra de los 4 días”, un levantamiento cívico-militar contra Neptalí Bonifaz. Durante una manifestación, muere su gran amigo Manjarrés. Este acontecimiento, que más tarde inspirará su obra “los niños muertos”, marca su visión de la gente y de la sociedad.
El periodo en el que Guayasamín recibió su formación estética fue el de mayor auge de la Escuela Indigenista, y la influencia de esta corriente es evidente desde sus obras iniciales.
En 1942, con 21 años, realizó su primera exposición en Quito, que causó gran escándalo por su marcado carácter de denuncia social. Nelson Rockefeller, coleccionista de arte, impresionado por la obra, compra varios cuadros y ayuda a Guayasamín en el futuro.
Entre 1942 y 1943 permanece 6 meses en Estados Unidos (recorre todos los museos, estudia a Goya y el Greco, entre otros grandes pintores). Con el dinero ganado, viaja a México, en donde conoce al maestro Orozco, quien acepta a Guayasamín como asistente. Orozco ejerció una importante influencia en la definición del lenguaje estético del joven pintor ecuatoriano.
También entabla amistad con Pablo Neruda y un año después viaja, durante 2 años, por diversos países de América Latina: Perú, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, encontrando en todos ellos una sociedad indígena oprimida, temática que desde entonces aparece siempre en sus obras.
“Mi pintura es para herir, para arañar y golpear en el corazón de la gente”.
Oswaldo Guayasamín
En ese largo viaje tomó apuntes para su gran serie “Huacayñan” (“El Camino del llanto”), compuesta por más de 100 telas que giran en torno a la temática del indígena, el negro y el mestizo en América. Éstas se expusieron por primera vez en 1952, en el Museo de Arte Colonial de Quito, en la Unión Panamericana de Washington y en la III Bienal Hispanoamericana de Arte, realizada en Barcelona (España), que le concedió el Gran Premio de Pintura.
Su obra humanista, señalada como expresionista con influencia también del cubismo, refleja el dolor y la miseria que soporta la mayor parte de la humanidad y denuncia la violencia que le ha tocado vivir al ser humano en el siglo XX, marcada por las guerras mundiales, las guerras civiles, los genocidios, los campos de concentración, las dictaduras y las torturas.
Cabezas n° 3, 1957 laca sintética y polvo de mármol tela "La edad de la ira" Colección Pablo Guayasamín, Quito, Ecuador
En 1958 realizó dos importantes murales en el Ecuador: “El descubrimiento del Río Amazonas”, realizado en mosaico veneciano e “Historia del Hombre y la Cultura”.
En 1960 recibió el gran premio del Salón de Honor de la II Bienal de México, que significó el comienzo de su proyección internacional.
Tras varios años de intenso trabajo, en 1968, presentó en México su segunda serie de envergadura “La Edad de la Ira”, compuesta por 260 obras que se agrupan por series ( Las manos, cabezas, el rostro del hombre, los campos de concentración, mujeres llorando). Que luego se exhibió con gran éxito en Barcelona, Praga, París etc. Habla de las guerras y la violencia, lo que el hombre hace en contra del hombre.
El miedo, 1965/68 El rostro del hombre, La edad de la ira - Colección Fundación Guayasamín - Quito, Ecuador
En 1973 fue nombrado vicepresidente, y luego presidente, de la casa de la Cultura de Quito, cargo que le permitió realizar un amplio programa de difusión cultural.
“Pintar los triunfos es y será tarea de otros artistas”.
Oswaldo Guayasamín
En 1974 recibió la Condecoración del gobierno de Francia, que por primera vez se concedió a un artista latinoamericano.
En 1980 inauguró su mural “Ecuador” en el Consejo Provincial de Pichincha y en 1982, terminó otro mural de 120 metros, llamado “España-Hispanoamérica”, que se encuentra en el Aeropuerto Internacional de Barajas, en Madrid.
En 1981, la Cámara de Representantes del Ecuador reconoció la obra y la trascendencia del artista mediante la creación de la Fundación Guayasamín, en Quito, a la que el pintor donó sus obras y colecciones de arte, ya que concebía el arte como un patrimonio de los pueblos. Existen dos extensiones de la Fundación: La Casa Museo Guayasamín de Cáceres (España) y la Casa Museo Guayasamín de la Habana (Cuba).
” Somos una unidad de 8 mil años de cultura precolombina y seremos un continente que dará al mundo una fuerza de civilización de paz y no de guerra”.
Oswaldo Guayasamín
Guayasamín ha recibido condecoraciones oficiales, doctorados Honoris Causa de Universidades de América y Europa, y ha expuesto en museos de todo el mundo.
Los amantes, 1983. Retrospectiva. Colección Fundación Guayasamín - Quito, Ecuador
Dos cabezas, 1986-1987.Oleo pastelado en tela (100x100cm) - La edad de la ternura, Colección Fundación Guayasamín - Quito, Ecuador
A partir de 1995 inició en Quito su obra más importante, el espacio arquitectónico llamado “La Capilla del hombre”, a la cual le dedicó todo su esfuerzo, pero falleció en Baltimore en 1999 (EUA), de un infarto de miocardio, sin ver finalizado este proyecto. La Fundación Guayasamín se encargó de terminar su obra, con la ayuda de artistas de la región. Se inauguró en 2002.
” Siempre voy a volver. Mantengan encendida una luz”.
Oswaldo Guayasamín
La tercera gran serie “Mientras vivo siempre te recuerdo”, conocida también como “La Edad de la Ternura”, que abarca de 1996 hasta 1999, es una serie que Guayasamín dedica a su madre y las madres del mundo. En los cuadros se pueden apreciar colores más vivos que reflejan el amor y la ternura entre madres e hijos, y la inocencia de los niños. Su madre murió muy joven (26 años). Guayasamín decía recordar a su madre siempre estando embarazada.
El abrazo, 1999. Óleo sobre tela (100x100)
” Mi madre era como el pan recién salido del horno. Me dio las dos vidas que tengo. Era y sigue siendo una tierna poesía…”
Oswaldo Guayasamín
“Pese a todo no hemos perdido la fe en el hombre, en su capacidad de alzarse y construir; porque el arte cubre la vida. Es una forma de amar”.
Oswaldo Guayasamín
http://www.capilladelhombre.com/index.php/obra/la-ternura
http://www.milartgranada.com/oswaldo-guayasamin-artista-la-ternura-los-abusos-del-hombre/
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