domingo, 9 de septiembre de 2018

2 poemas de Ezra Poud

Su vida fue tumultuosa y llena de episodios escabrosos, como su internamiento en un sanatorio mental. Su figura ha sido utilizada por movimientos políticos extremistas. Pero hasta a nosotros ha llegado el legado de una obra poética que aún hoy perdura con fuerza.


Arte: Marianne von Werefkin (Марианна Верёвкина)


El jardín
(En robe de parade
Samain)
Como un ovillo de hebras de seda estampado contra una pared
ella bordea la tapia de un sendero en los jardines de Kensington
y se va muriendo poco a poco
de una especie de anemia emocional.
Y por allí se pasea una chusma
de hijos de la miseria, inmundos, vigorosos, inextinguibles.
Ellos heredarán la tierra.
Ella es el final de la estirpe.
Su aburrimiento es exquisito y excesivo.
Le gustaría que alguien fuese a hablarle,
y casi tiene miedo de que yo
cometa esa indiscreción.
Francesca
Saliste de la noche
Con flores en las manos.
Vas a salir ahora del tumulto del mundo,
De la babel de lenguas que te nombra.

Yo que te vi rodeada de hechos primordiales,
Monté en cólera cuando te mencionaron
En oscuros callejones.
¡Cómo me gustaría que una ola fresca cubriera mi mente
Que el mundo se trocara en hoja seca,
O en un vilano al viento,
Para que yo pudiera encontrarte de nuevo
Sola!

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