LOS FLUYENTES
Todos dice:
"Hay que fluir"
"Fluye hacia adelante"
"Deja que las cosas fluyan"
"No fuerces nada, deja que fluya".
Yo no tengo ni la más remota idea de cómo fluir!
No soy un río manso
Soy una piedra
Que se estanca.
Soy un remolino de viento.
Me junto con el río,
A ver si aprendo...
Como para copiarme
Para tratar de
que me salga bien
Pero no.
No aprendo.
Fluyo en cambio, como el viento del Sur.
Helado.
Nevoso.
Triste.
Soy una pluma en el aire,
un remolino terco
arrastrando cosas a su centro.
Soy una golondrina sobrevolante
Que avanza retrocediendo.
A veces me seco.
A veces lluevo por días e inundo las orillas
Y la gente me repele
Por mi llanto pantanoso.
En otros días,
retengo entre mi correntada
Las cosas muertas que tienen que irse, las que me duelen
(Como a vos, por ejemplo.
Que deberías haberte ido hace tiempo )
Solo cuando escribo fluyo.
Ha de ser que tengo el río ahí
En la sangre que baja por la vena hacia mi mano derecha
Ni en los ojos llorantes
Ni en el corazón compungido
Ni en la punta de la lengua.
Mi río viene de lejos
De mundos milenarios
Y se presenta en los dedos que cliquean las palabras
Y vos?
Dónde tenés tu río?
SOS un fluyente correntoso?
O uno que se estanca?
María Inés Parada - escritora
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