No todos los días
amanecen soleados
y tibios,
ni la primavera
es para siempre.
También existen
los días lluviosos,
las tardes grises,
las noches heladas,
las campiñas marchitas y
los ríos secos
en los veranos intensos.
Así puede ser tu día a día,
cambiante como el clima,
pero tu actitud
es la que cuenta;
es la que te hace bailar
bajo la lluvia
y amar el frío así te cale
hasta los huesos.
Entonces,
sonríele al llanto,
yergue tu espalda,
camina con seguridad
y firmeza; tan ágil,
como si quisieras
devorarte el mundo
en cada paso.
Recuerda.
Todo puede cambiar en un segundo,
dependerá de tu disposición
y postura ante la adversidad.
Norha Margarita
Ilustradora Kimberley Barnes
No hay comentarios:
Publicar un comentario