No puedes controlar todo en la vida. A veces simplemente tienes que relajarte y tener confianza que las cosas van a salir bien. Ve y deja que la vida suceda.
Y un día sin esperarlo...LLega alguien a tu vida, que repara tu viejo columpio, lo pinta de colores, le asegura las cadenas y te ayuda...
Te empuja suavemente y te sostiene.Y entonces...Sin perder el equilibrio... Te atreves a levantar los pies del suelo y sientes que puedes volver a volar.
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