Me sentí libre cuando aprendí a quererme más, a dejar ir, a no aferrarme a nada, a creer en mí, a confiar en la vida.
A fluir con las circunstancias, a no ser esclava de las palabras de los demás, a dejar de pensar tanto y abrirme a sentir.
Ser libre es abrir tus alas desde la autenticidad que eres, dejando que la música de tu corazón suene más fuerte que el ruido de tu mente.
Créditos a su autor
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