Tu ya no estás y todo sigue
Y todo me resulta tan sin sentido.
No acepto ver como la vida fluye toda
menos la tuya.
Todo me resulta breve, innecesario.
Aquellos sitios en los que estabas, siguen
en la vorágine diaria, nadie repara, nadie ve
que allí, ya no estás.
Solo yo los recorro, pensándote,
recordándote, viéndote en cada esquina,
en cada rincón, en cada paso, en cada momento,
como antes.
Mientra la bruma de la muerte se cierne sobre mi,
espesa, tan espesa que logra que te disipes,
que ya no te vea, que solo te sienta dentro de mi alma,
muy dentro de mi ser,
calladamente...
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