"... Que la verdad sea la fragancia del alma, y no la agitación del mundo...".
martes, 31 de enero de 2017
Tú duermes, ya lo sé - Julia Prilutzky Farny
Tú duermes, ya lo sé.
Te estoy velando.
No importa que estés lejos,
que no escuche
tu cadencia en la sombra;
no importa que no pueda
pasar mi mano sobre tu cabeza,
tus sienes y tus hombros.
Yo estoy velando, siempre.
No importa que no pueda acurrucarme
para que tú me envuelvas sin saberlo,
para que tú me abraces sin sentirlo,
para que me retengas
mientras yo tiemblo y digo simplemente
palabras que no escuchas.
Yo puedo estar tan lejos
pero sigo velando cuando duermes.
Julia Prilutzky Farny (Kiev, Ucrania 1912- Argentina 2002)
de Antología del amor, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1977
Te estoy velando.
No importa que estés lejos,
que no escuche
tu cadencia en la sombra;
no importa que no pueda
pasar mi mano sobre tu cabeza,
tus sienes y tus hombros.
Yo estoy velando, siempre.
No importa que no pueda acurrucarme
para que tú me envuelvas sin saberlo,
para que tú me abraces sin sentirlo,
para que me retengas
mientras yo tiemblo y digo simplemente
palabras que no escuchas.
Yo puedo estar tan lejos
pero sigo velando cuando duermes.
Julia Prilutzky Farny (Kiev, Ucrania 1912- Argentina 2002)
de Antología del amor, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1977
lunes, 30 de enero de 2017
Julio Cortázar
“(…) Regalos insignificantes como un beso en un momento inesperado o un papel escrito a las apuradas. Pueden ser valorados más que una joya. Consejo: las caricias y besos extras a lo largo de todo el procedimiento producirá un mejor efecto y mejor resultado. No olvide las miradas.
Secreto: Esta receta es especial para noches de lluvia; el sonido de las gotas rompiendo el silencio conforma una atmósfera imperdible.”
domingo, 29 de enero de 2017
El viento nocturno. The night wind, Emily Brontë (1818-1848)
En la suave medianoche del estío,
Una luna despejada brilló
A través de nuestra ventana
Y los rosales bañados en rocío.
Me senté en la reflexión silenciosa;
El viento suave agitó mi cabello;
Me dijo que cielo era un destello,
Y la tierra durmiente, justa.
No necesité sus toques
Para alimentar estos pensamientos;
Así y todo susurró, diciendo,
"¡Cuán oscuros serían los bosques!"
"Las hojas gruesas en mi murmullo
Crujen como en un sueño,
Y de sus incontables voces es dueño
Un instinto que parece arrullo".
Dije, "Ve, apacible murmurante,
Tu cortés melodía es única:
Pero no pienses que su música
Tiene el poder de alcanzar mi mente."
"Juega con la flor perfumada,
La rama tierna del jóven árbol,
Y deja mis sentimientos humanos
En su propio cauce inquieto."
El vagabundo no me oyó:
Su beso se entibió cálidamente:
"¡Oh, Ven!" suspiró dulcemente;
"Seré yo contra tu voluntad"
"¿No fuimos amigos en la infancia?
¿No te he amado hace mucho tiempo?
Mientras tú, la noche solemne,
Mi canto despertabas con tu silencio."
"Que cuando repose tu corazón
Bajo la fría lápida de cemento,
Yo tendré tiempo para el lamento,
Y tú para estar sola."
sábado, 28 de enero de 2017
Cartagena de Indias, Colombia
La brisa marina y los atardeceres que transforman los colores de las fachadas de casas de más de 400 años hechizan a los visitantes en Cartagena de Indias. Esta ciudad, Patrimonio Histórico de la Humanidad, con tesoros coloniales fue fundada en 1533 por Pedro de Heredia, conserva la arquitectura colonial de sus construcciones y el conjunto de fortificaciones más completo de Suramérica.
Cartagena, Colombia suma a los encantos de su arquitectura colonial, republicana y moderna, los atractivos de una intensa vida nocturna, festivales culturales, paisajes exuberantes, magníficas playas, excelente oferta gastronómica y una importante infraestructura hotelera y turística. Es una ciudad fantástica que guarda los secretos de la historia en sus murallas y balcones, en sus construcciones y en sus angostos caminos de piedra.
Joaquín Sabina - Ruido [HD]
Ella le pidió que la llevara al fin de mundo,
Él puso a su nombre todas las olas del mar.
Se miraron un segundo
Como dos desconocidos.
Todas las ciudades eran pocas a sus ojos,
Ella quiso barcos y él no supo qué pescar.
Y al final números rojos
En la cueva del olvido,
Y hubo tanto ruido
Que al final llegó el final.
Mucho, mucho ruido,
Ruido de ventanas,
Nidos de manzanas
Que se acaban por pudrir.
Mucho, mucho ruido,
Tanto, tanto ruido,
Tanto ruido y al final
Por fin el fin.
Tanto ruido y al final...
Hubo un accidente, se perdieron las postales,
Quiso carnavales y encontró fatalidad.
Porque todos los finales
Son el mismo repetido
Y con tanto ruido
No escucharon el final.
Descubrieron que los besos no sabían a nada,
Hubo una epidemia de tristeza en la ciudad.
Se borraron las pisadas,
Se apagaron los latidos,
Y con tanto ruido
No se oyó el ruido del mar.
Mucho, mucho ruido,
Ruido de tijeras,
Ruido de escaleras
Que se acaban por bajar.
Mucho, mucho ruido,
Tanto, tanto ruido.
Tanto ruido y al final...
Tanto ruido y al final...
Tanto ruido y al final
La soledad.
viernes, 27 de enero de 2017
Alejandra Pizarnik
"Estuve pensando que nadie me piensa. Que estoy absolutamente sola. Que nadie, nadie siente mi rostro dentro de sí ni mi nombre correr por su sangre. Nadie actúa invocándome, nadie construye su vida incluyéndome. He pensado tanto en estas cosas. He pensado que puedo morir en cualquier instante y nadie amenazará a la muerte, nadie la injuriará por haberme arrastrado, nadie velará por mi nombre. He pensado en mi soledad absoluta, en mí destierro de toda conciencia que no sea la mía. He pensado que estoy sola y que me sustento sólo en mí para sobrellevar mi vida y mi muerte. Pensar que ningún ser me necesita, que ninguno me requiere para completar su vida.”
Arte: Katerina Lomonosov
Arte: Katerina Lomonosov
jueves, 26 de enero de 2017
Jeff Foster
ACEPTADO, NO SANADO
Deja de intentar sanarte, arreglarte o incluso despertarte a ti mismo. Suelta tu intento de "soltar." Deja de tratar de adelantar la película de tu vida.
Se vuelve tan agotador, ¿no es así,? siempre tratar de llegar a otro lado, persiguiendo futuros que parecen nunca llegar, viviendo bajo promesas de segunda mano.
En lugar de eso, muestra tu respeto a como estás en este momento.
Sé aquí. Honra la escena presente de esta película. Tu dolor, tu tristeza, tus dudas, tus profundos anhelos, tus pensamientos imbuidos de miedo; no son un error, y no están pidiendo ser sanados. Están pidiendo ser aceptados. Aquí, ahora, suavemente, en los amorosos brazos de tu presencia consciente...
Jeff Foster
"La Sabiduría de Vivir" - Jose M. Toro
Las hojas no caen, se sueltan
Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja.
Ahora, sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja “se cae”
sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición al desprendimiento.
Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad
y profundo de sabiduría:
la hoja que no se aferra a la rama y se lanza al vacío del aire
sabe del latido profundo de una vida que está siempre en movimiento
y en actitud de renovación.
La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella
es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja.
La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose a la sinfonía del viento
traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación constante y contundente
para todos y cada uno de los árboles humanos que somos nosotros.
Cada hoja al aire que me está susurrando al oído del alma
¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía!.
Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente
a la brisa de su propia entrega y libertad.
Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento de creatividad
ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera.
Reconozco y confieso públicamente,
ante este público de hojas moviéndose al compás del aire de la mañana,
que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas.
Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote.
¡Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles, con estos hábitos perennes,
con estas conductas fijadas, con estos pensamientos arraigados,
con este entorno ya conocido…
Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría, generosidad y belleza de las hojas
que “se dejan caer”.
Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge en un auténtico espacio de fe,
confianza, esplendidez y donación.
Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia consciencia y libertad,
el desprenderse de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso.
Sólo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio,
tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más agresivo e impetuoso
y caerán al suelo por el peso de su propio dolor.
"La Sabiduría de Vivir" - Jose M. Toro
Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja.
Ahora, sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja “se cae”
sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición al desprendimiento.
Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad
y profundo de sabiduría:
la hoja que no se aferra a la rama y se lanza al vacío del aire
sabe del latido profundo de una vida que está siempre en movimiento
y en actitud de renovación.
La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella
es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja.
La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose a la sinfonía del viento
traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación constante y contundente
para todos y cada uno de los árboles humanos que somos nosotros.
Cada hoja al aire que me está susurrando al oído del alma
¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía!.
Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente
a la brisa de su propia entrega y libertad.
Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento de creatividad
ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera.
Reconozco y confieso públicamente,
ante este público de hojas moviéndose al compás del aire de la mañana,
que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas.
Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote.
¡Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles, con estos hábitos perennes,
con estas conductas fijadas, con estos pensamientos arraigados,
con este entorno ya conocido…
Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría, generosidad y belleza de las hojas
que “se dejan caer”.
Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge en un auténtico espacio de fe,
confianza, esplendidez y donación.
Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia consciencia y libertad,
el desprenderse de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso.
Sólo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio,
tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más agresivo e impetuoso
y caerán al suelo por el peso de su propio dolor.
"La Sabiduría de Vivir" - Jose M. Toro
Mario Benedetti, La tregua
“Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.”
Mario Benedetti, La tregua
Ángel González
Estos poemas los desencadenaste tú,
como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a veces
la soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntan
irremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman.
Ángel González
como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a veces
la soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntan
irremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman.
Ángel González
lunes, 23 de enero de 2017
Walt Whitman
Si nadie me ve, no me importa, y si todos me ven, no me importa tampoco. Un mundo me ve, el más grande de todos los mundos: Yo.
Walt Whitman
Alaide Foppa - Un día
Este cielo nublado
de tempestad oculta
y lluvia presentida
me pesa;
este aire denso y quieto,
que ni siquiera mueve
la hoja leve
del jazmín florecido,
me ahoga;
esta espera
de algo que no llega
me cansa.
Quisiera estar lejos,
donde nadie
me conociera:
nueva
como la yerba fresca,
ligera,
sin el peso
de los días muertos
y libre
ir por caminos ignorados
hacia un cielo abierto.
de tempestad oculta
y lluvia presentida
me pesa;
este aire denso y quieto,
que ni siquiera mueve
la hoja leve
del jazmín florecido,
me ahoga;
esta espera
de algo que no llega
me cansa.
Quisiera estar lejos,
donde nadie
me conociera:
nueva
como la yerba fresca,
ligera,
sin el peso
de los días muertos
y libre
ir por caminos ignorados
hacia un cielo abierto.
Alaide Foppa
domingo, 22 de enero de 2017
Eduardo Galeano
"A orillas de otro mar, otro alfarero se retira en sus años tardíos. Se le nublan los ojos, las manos le tiemblan, ha llegado la hora del adiós. Entonces ocurre la ceremonia de la iniciación: el alfarero viejo ofrece al alfarero joven su pieza mejor. Así manda la tradición. El artista que se va entrega su obra maestra al artista que se inicia. Y el afarero joven no guarda esa vasija perfecta para contemplarla y admirarla, sino que la estrella contra el suelo, la rompe en pedacitos... y los incorpora a su arcilla". Eduardo Galeano
Jesse & Joy - Llorar (feat. Mario Domm) [Video Oficial]
Me perdí buscando ese lugar
Todo por tratar de demostrar
Olvide que sin tu amor
No valgo nada
Y tome una vuelta equivocada
Todo por tratar de demostrar
Olvide que sin tu amor
No valgo nada
Y tome una vuelta equivocada
Me quede sin movimiento
Sin saber por donde regresar
Lleno de remordimiento
Sin saber por donde regresar
Lleno de remordimiento
Dejándote detrás, fingir ser alguien mas
Y llorar (y llorar), y llorar (y llorar)
No sirve de nada ahora que te perdí
Te quiero recuperar
Ven sálvame, despiértame, rescátame
Del sufrimiento, oh no (del sufrimiento)
Y llorar (y llorar), y llorar (y llorar)
No sirve de nada ahora que te perdí
Te quiero recuperar
Ven sálvame, despiértame, rescátame
Del sufrimiento, oh no (del sufrimiento)
Tengo la esperanza que el dolor
Cambie y se transforme en tu perdón
Navegar en un mar sin fantasmas
Y la luz de tu amor sea mi mapa
Cambie y se transforme en tu perdón
Navegar en un mar sin fantasmas
Y la luz de tu amor sea mi mapa
Juro que es verdad no miento
Que mi voluntad es cambiar
Pero sola yo no puedo
No se como lograr, mi alma reparar
Que mi voluntad es cambiar
Pero sola yo no puedo
No se como lograr, mi alma reparar
Y llorar (y llorar), y llorar (y llorar)
sábado, 21 de enero de 2017
Mario Benedetti
Mientras duró todo era alegría,
cuando se fué
nada dejó que no doliera."
Mario Benedetti
viernes, 20 de enero de 2017
Como un toldo, Mario Benedetti
Hoy el cielo está opaco como un toldo
sus nubes acaso se amontonan
y cargan sus resabios de otro cielo
a veces no es posible
comprenderse a sí mismo
si la conciencia calla empecinada
sin esa voz experta que traduce
no seremos capaces de sabernos
no sólo el cielo aletargado y hosco
también el tiempo tiende a oscurecerse
con esas mismas nubes u otras nubes
que nadie sabe de dónde habrán salido
vivir es transitar la oscuridad
con ojos que se cierran o se abren
lo oscuro por las dudas nos abraza
y se convierte en nuestro nuevo hogar
Rosario - Mi Son ft. Juan Luis Guerra
Oye todos los días, oye me levanto
con la luz que llega del sol
y busco esos ojos que quiero tanto
para que me alegren mi corazon.
Y la vida pasa, pasa y te preguntas
es un laberinto sin solución,
y la gente habla y se preocupa
pero nadie escucha a su corazon.
(coro)
Oye como suena, oye como suena mi son
oye como suena, oye como suena mi corazon,
oye como suena tu corazon.
Y sin darme cuenta yo te voy cantando
esta melodía que traigo yo,
y con los acordes de mi guitarra
baila tu conmigo este son.
(coro)
Yo voy cantando, contando por cada esquina,
sin que me falte jamas el son,
algo de mi, poco de ti y algo de la vida,
pero no falta jamas el corazon, yo te lo digo.
Por que hace falta tu corazon
Oye mi ritmo así lo traigo yo,
oye mi son, oye mi cancion,
oye este ritmo así lo traigo yo,
oye mi son oye mi cancion.
Oye como suena,
oye como suena mi son,
oye como suena,
oye como suena mi corazon,
oye mi ritmo así lo traigo yo
oye mi son , oye mi cancion,
oye este ritmo así lo traigo yo,
oye mi son oye mi cancion.
oye como suena oye como suena mi son,
oye como suena, oye como suena mi corazon,
oye como suena tu corazon,
oye como suena mi son.
jueves, 19 de enero de 2017
miércoles, 18 de enero de 2017
Ana Celia Blum
Y SI HAY ALGO QUEBRADO
no soy yo
es la tarde
la noche
las mañanas
los caminos
el tiempo
aún estoy entera
me sostengo
me soporto
si apenitas me riego
me colecto
¿O soy yo?
Ana Celia Blum, poeta ecuatoriana
Artista plástico: Paul Apalkin
no soy yo
es la tarde
la noche
las mañanas
los caminos
el tiempo
aún estoy entera
me sostengo
me soporto
si apenitas me riego
me colecto
¿O soy yo?
Ana Celia Blum, poeta ecuatoriana
Artista plástico: Paul Apalkin
lunes, 16 de enero de 2017
Dulce María Loynaz
Si me quieres, quiéreme entera
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!...
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!
Dulce María Loynaz, poetisa cubana
Arte: Natalia Maroz
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!...
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!
Dulce María Loynaz, poetisa cubana
Arte: Natalia Maroz
El momento más dulce
En la habitación, el estruendo del silencio nos dejaba sordos…mudos. Caras que se acercan, ojos que se evitan… parpados que se rozan.y cuando a las bocas solo las separan unos milímetros…. aquel temblor en sus labios. Así fue, como un leve temblor del musculo labial , se convirtió en el momento mas dulce de mi vida.
Amores cobardes
LOS AMORES COBARDES
Los amores cobardes no llegan
ni a amores ni a historias.
Silvio Rodríguez.
Ah los amores
cobardes
Son
como las canciones finlandesas:
deben tener su encanto.
Amables
instruidos
a veces hasta conversan.
Reciben los miércoles
de 7 a 10
y descansan
los fines de semana.
Guardianes de la cordura
piensan que hacen el bien
y son inteligentes
porque son incapaces.
Ah los amores
cobardes
con su carga de bienes gananciales
y esposas indefensas.
Se asoman a los balcones de la vida
ven pasar a los locos y no saben.
Ah los amores
cobardes
que no llegan
a amores
que se quedan
que se quedan
definitivamente
allí.
Marilyn Bobes
Tomado de Hallar el modo, Letras Cubanas, 1989
Los amores cobardes no llegan
ni a amores ni a historias.
Silvio Rodríguez.
Ah los amores
cobardes
Son
como las canciones finlandesas:
deben tener su encanto.
Amables
instruidos
a veces hasta conversan.
Reciben los miércoles
de 7 a 10
y descansan
los fines de semana.
Guardianes de la cordura
piensan que hacen el bien
y son inteligentes
porque son incapaces.
Ah los amores
cobardes
con su carga de bienes gananciales
y esposas indefensas.
Se asoman a los balcones de la vida
ven pasar a los locos y no saben.
Ah los amores
cobardes
que no llegan
a amores
que se quedan
que se quedan
definitivamente
allí.
Marilyn Bobes
Tomado de Hallar el modo, Letras Cubanas, 1989
Una mujer se ha perdido
Conocer el delirio y el polvo
Se ha perdido esta bella locura
Su breve cintura debajo de mí
Se ha perdido mi forma de amar
Se ha perdido mi huella en su mar
Veo una luz que vacila
Y promete dejarnos a oscuras
Veo un perro ladrando a la luna
Con otra figura que recuerda a mí
Veo más: veo que no me halló
Veo más: veo que se perdió
Una mujer innombrable
Huye como una gaviota
Y yo rápido seco mis botas
Blasfemo una nota y apago el reloj
Qué me tenga cuidado el amor
Que le puedo cantar su canción
La cobardía es asunto
De los hombres, no de los amantes
Los amores cobardes no llegan a amores
Ni a historias, se quedan allí
Ni el recuerdo los puede salvar
Ni el mejor orador conjugar
Una mujer con sombrero
Como un cuadro del viejo Chagall
Corrompiéndose al centro del miedo
Y yo, que no soy bueno, me puse a llorar
Pero entonces lloraba por mí
domingo, 15 de enero de 2017
Lucía - Joan Manuel Serrat
"Tus recuerdos son
cada día más dulces,
el olvido sólo
se llevó la mitad,
y tu sombra aún
se acuesta en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y mi soledad..."
"No hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado que lo que perdí"....
Vuela esta canción para ti Lucia
La mas bella historia de amor que tuve y tendré
Es una carta de amor que se lleva el viento
Pintado en mi voz
A ninguna parte a ningún buzón
La mas bella historia de amor que tuve y tendré
Es una carta de amor que se lleva el viento
Pintado en mi voz
A ninguna parte a ningún buzón
No hay nada mas bello
Que lo que nunca he tenido
Nada mas amado que lo que perdí
Perdóname si hoy busco en la arena
Esa luna llena que araba el mar
Que lo que nunca he tenido
Nada mas amado que lo que perdí
Perdóname si hoy busco en la arena
Esa luna llena que araba el mar
Si alguna vez fui un ave de paso
Lo olvide para anidar hay en tus brazos
Si alguna vez fui tierno y fui bueno
Fue enredado en tu cuello y tus senos
Si alguna ve fui sabio en amores
Lo aprendí de tus labios cantores
Lo olvide para anidar hay en tus brazos
Si alguna vez fui tierno y fui bueno
Fue enredado en tu cuello y tus senos
Si alguna ve fui sabio en amores
Lo aprendí de tus labios cantores
Si alguna vez amé, si algún día
Después de amar, amé
Fue por tu amor, Lucia, Lucia
Después de amar, amé
Fue por tu amor, Lucia, Lucia
Tus recuerdos son cada da mas dulces
El olvido solo se llevé la mitad
Y tu sombra aun se acuesta en mi cama
Con la oscuridad entre mi almohada y mi soledad
El olvido solo se llevé la mitad
Y tu sombra aun se acuesta en mi cama
Con la oscuridad entre mi almohada y mi soledad
No hay nada mas bello
Que lo que nunca he tenido
Nada mas amado que lo que perdí
Perdóname si hoy busco en la arena
Esa luna llena que araba el mar
Que lo que nunca he tenido
Nada mas amado que lo que perdí
Perdóname si hoy busco en la arena
Esa luna llena que araba el mar
Si alguna vez amé, si algún da
Después de amar, amé
Fue por tu amor, Lucia, Lucia
Ah Lucia
Después de amar, amé
Fue por tu amor, Lucia, Lucia
Ah Lucia
Written by Christian Fleps, Dominik Decker, Marco Heggen, Sascha Pierro, Walter Leon Aguilar • Copyright © Universal Music Publishing Group
Julio Cortázar
“Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.”
sábado, 14 de enero de 2017
Poema 35 - Alejandra Pizarnik
Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida,
déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de
piedras verdes en la casa de la noche, déjate
caer y doler, mi vida.
déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de
piedras verdes en la casa de la noche, déjate
caer y doler, mi vida.
Entonces la gloria es una cama...
El amor es un asunto de entrañas. Un vértigo sagrado
en el follaje glandular.
Cuando un pecho calza en otro pecho,
cuando una mirada entra milenariamente en otra
todo el universo se ajusta.
Entonces la gloria es una cama
unas sábanas que tienden el misterio.
en el follaje glandular.
Cuando un pecho calza en otro pecho,
cuando una mirada entra milenariamente en otra
todo el universo se ajusta.
Entonces la gloria es una cama
unas sábanas que tienden el misterio.
Leda Valladares
Alejandra Pizarnik
Amantes
una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío
Alejandra Pizarnik
De "Los trabajos y las noches" 1965
Imágen: Horikitsune
Él se enamoró de sus flores, no de sus raíces
Él se enamoró de sus flores, no de sus raíces
Él la conoció y se enamoró del color de sus ojos, de su mirada, de su hermosa sonrisa, de sus mejillas rosadas, del largo de su cabello, de su forma de peinarlo, se enamoró de su forma de caminar, de su forma de pararse, de sus gestos, de su voz, de su timidez, del extraño pero dulce sonido de su risa, se enamoró de su inocencia, se enamoró de su extraña forma de ver la vida. Se enamoró de su forma tan distraída de hacer las cosas, de su forma de equivocarse, de su extraña belleza al enojarse, se enamoró de conocerla, de adaptarse a ella y de ir destapándola capa por capa, hasta llegar a su esencia. Se enamoró de descubrirla, como si fuera una búsqueda del tesoro.
Disfrutó de su compañía, de hacer cosas que él nunca haría, pero que hizo porque a ella le encantaban. Él intentó descifrar la extraña forma en que ella veía el mundo. Al principio fue fascinante, él siempre supo que ella estaba un poco loca, y ser parte de sus locuras era encantador, disfrutaba escuchando sus raras ideas sobre la vida, sobre las personas, sobre todo, ella siempre tenía una opinión diferente, un punto de vista retorcidamente interesante para todo. Él disfrutaba de observarla cuando ella no lo notaba, era su pasatiempo favorito, verla con sus extrañas manías.
Ella era extrañamente hermosa, no era como ninguna otra, ni física, ni emocional, ni mentalmente. Con el tiempo él se dio cuenta de lo difícil que era comprenderla, con el tiempo él empezó a desear a una persona más normal. No me malinterpretes, él estaba profundamente enamorado de ella. Pero para su desgracia y por circunstancias de la vida, él jamás aprendió a enfrentar los problemas, siempre buscaba un escape.
Así que después de pasar mucho tiempo quitando capas, casi logró llegar al fondo, pero no pudo, ya que en una de las capas más profundas descubrió los demonios que habitaban dentro de la extraña chica, conoció sus miedos, conoció sus complejos, conoció su pasado; entendió mucho sobre porqué ella se comportaba y pensaba así. Entonces empezaron los problemas, pues lo que comenzó como un juego inocente y entretenido, dejo de serlo. Y cuando ella necesitaba apoyo, comprensión, justo cuando ella necesitaba sentirse segura, él no supo qué hacer. Ya no quería quitar más capas. Temía sobre que pudiera descubrir. La búsqueda del tesoro dejo de ser atractiva para él, perdió su encanto, perdió su gracia. Se tornó oscura y él tenía nictofobia.
Ya no era sólo belleza, ya no sólo era felicidad. Ella se mostró tal y como era, dejó que él viera sus fortalezas, sus debilidades, sus virtudes, todo lo que la hacía ser quien era, no todo era muy agradable. Y él simplemente no supo qué hacer con eso.
Así que huyó, así como lo había hecho ante cualquier dificultad. Él siempre supo que ella no era su tipo de chica, pero aun así lo intentó. Todo parecía fascinante, hasta que dejó de serlo.
“Él se enamoró de sus flores, no de sus raíces y en otoño no supo qué hacer.”
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