viernes, 17 de abril de 2015
Subasta de las cartas de Frida Kalho
La casa de subastas Doyle de Nueva York subastó hoy (15 de abril) por USD 137 000 de un lote de 25 cartas inéditas que la artista mexicana Frida Kahlo envió a su amante Josep Bartolí, un dibujante y pintor español exiliado en la Gran Manzana.
La cantidad final superó el precio que Doyle había estimado en un principio, entre USD 80
00 y 120 000, y fueron compradas por un particular. El comprador, cuya identidad no ha sido divulgada, es un coleccionista de arte y artista de Nueva York, y un gran admirador de Frida Kahlo, indicaron fuentes de la casa de subastas neoyorquina.
Fue precisamente en Nueva York donde Bartolí conoció a la conocida artista y donde empezó un apasionado romance, que desvela la correspondencia, desconocida hasta el momento.
La mexicana se encontró con Bartolí a través de su hermana Cristina mientras esperaba una complicada operación en la columna vertebral en un hospital de Nueva York, donde la solía visitar el pintor catalán. A él escribió más de cien páginas entre agosto de 1946, cuando tenía 39 años, y noviembre de 1949.
La operación fue una de las muchas operaciones quirúrgicas a las que Kahlo se sometió tras un grave accidente de autobús que sufrió cuando tenía 18 años, que le fracturó la columna vertebral y le mantuvo postrada a la cama durante largos periodos de tiempo.
Estas 25 cartas hablan de su enfermedad, de su tempestuosa relación con su marido, Diego Rivera, y de su dificultad para pintar, pero son principalmente declaraciones de amor que inmortalizan el romance entre la mexicana y este artista.
"Mi Bartolí... No sé cómo escribir cartas de amor. Pero quería decirte que mi entero ser está abierto a ti. Desde que me enamoré de ti todo se ha transformado y está lleno de belleza... El amor es como un aroma, como una corriente, como la lluvia. Sabes, mi cielo, que llueves en mí y yo, como la tierra, te recibo. Mara", dice una de ellas.
Kahlo firmaba sus cartas como 'Mara', que sería un diminutivo de 'maravillosa', como la llamaba su amante, y ella pidió a Bartolí que firmara las suyas con nombre de mujer -'Sonja'- para que Rivera no sospechase de su infidelidad, ya que el pintor mexicano no tenía problemas con las relaciones de su esposa con otras mujeres pero era celoso con los hombres.
Según la biógrafa de Frida Kahlo Hayden Herrera, las misivas "lloran con una soledad que rompe el corazón y con la miseria del dolor físico", ya que fueron escritas mientras se recuperaba en México de la operación que le realizaron en Nueva York. Aunque Kahlo estaba profundamente atada a Rivera, estas cartas sugieren que le hubiera abandonado para irse a vivir con Bartolí.
Su amor por el español era "apasionado, carnal, tierno y maternal", según el análisis de los expertos de la casa de subastas. Una de las cartas que escribió en 1947 expresa su angustia cuando supo a través de un amigo, que Bartolí había estado en México durante tres semanas y que no había ido a verla.
La relación se acabó en 1949 pero Bartolí nunca dejó de amar a Frida Kahlo y guardó la correspondencia en su domicilio hasta que murió en Nueva York en 1995. Más tarde su familia la vendió al dueño que subastó unos documentos que también contienen recuerdos, como algunos dibujos, flores prensadas o fotografías.
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