Los intereses nacionales no son lo que solían ser. Nuestra supervivencia requiere soluciones globales.
Los retos del siglo XXI serán hacerle frente a la realidad. La humanidad comparte un destino común en un planeta atestado, sobresaturado. 6.600.000.000 de personas producen por un valor de 60.000.000.000.000 de dólares al año. Los humanos llenan todo nicho ecológico y el resultado es hambrunas, degradación medioambiental, éxodos, terrorismo, pandemias. etc. De seguir así, aumentarán los conflictos y las catástrofes. Pero por la inversión anual de una pequeña parte del ingreso mundial, nuestra generación podría cambiar todo eso. La idea que tiene el mayor potencial para cambiar el mundo es simplemente esta: superar el cinismo, terminar con la visión equivocada de que el mundo es "una lucha de unos contra otros".
Cuatro metas simples para todas las naciones del mundo:
Sistemas sostenibles de energía, tierra y recursos para frenar el cambio climático, la extinción de especies y destrucción de ecosistemas.
La estabilización de la población mundial en 8.000.000.000 para el año 2050.
El fin de la pobreza extrema para el año 2025.
Si los billones de dólares despilfarrados en Iraq se invirtiesen en energías limpias, control de enfermedades y una nueva y ecológica manera de cultivar comida, no nos encontraríamos ahora con la crisis del dólar, subidas en los precios de la comida y la energía, y cosas peores por venir.
Con progresos en la expansión de escuelas primarias, erradicación del analfabetismo, educación sexual, educación de la mujer, planificación familiar llegaremos a una reducción voluntaria de la natalidad que hará que no lleguemos a los 9.000.000.000 de habitantes proyectados para el 2050.
Las cosechas aumentan con mejores métodos agrícolas, los niños llenan las escuelas cuando se les ofrece comidas gratis. La erradicación de la varicela, la curación de ciertas cegueras, redes antimosquitos contra la malaria, micro créditos, etc. aliviarán la pobreza extrema.
Soluciones tecnológicas pueden resolver grandes retos medioambientales. El dióxido de carbono se puede capturar y almacenar en vez de soltarlo a la atmósfera. Automóviles híbridos cuadruplican la eficiencia del combustible, energía solar con espejos parabólicos en los desiertos, nuevas estrategias en el manejo de los bosques, junto con modestos incentivos financieros, acabarían con la deforestación que es responsable de la emisión de una quinta parte de las emisiones de carbono a la atmósfera y la desaparición de especies. Todo esto podrá ser implementado por menos de un 1% del ingreso anual mundial.
¿Si las soluciones son tan alcanzables por qué no las hemos logrado ya?
En parte es porque nos enfrentamos al problema de una manera equivocada. Estamos convencidos de que el problema es insalvable o demasiado caro. Incluso cuando somos conscientes de lo que tiene que hacerse, estamos atrapados en una ideología de libre mercado. La política de no regulación nos ha llevado a la actual crisis.
En los tres grandes retos (la sostenibilidad del medio ambiente, masa de población estable y el fin de la extrema pobreza), las fuerzas de libre mercado no serán suficientes. Como ejemplo, productores y consumidores consideran el aire como vertedero de dióxido de carbono y otros gases nocivos. Necesitamos corregir el mercado con impuestos sobre emisiones y otros incentivos.
Las grandes transformaciones sociales, la erradicación de la esclavitud, el derecho de la mujer, el fin del colonialismo, comenzaron con conocimiento público y el empeño. Los políticos siguieron a los ciudadanos más que liderarlos. Si como ciudadanos votamos por la guerra, eso es lo que obtendremos. Pero si por el contrario, todos apoyamos un compromiso global para un desarrollo sostenible, nuestros líderes nos seguirán y encontraremos el camino.
Cada uno de nosotros tiene que poner su parte para el cambio. Estudia, lee, consulta la red, si puedes viaja, no hay nada como ver la deforestación, la extrema pobreza, la fuerza destructiva del hombre o la naturaleza para comprender los verdaderos retos de nuestra generación. Involúcrate en tu comunidad activamente. Nuestra crisis global, nuestros retos son también nuestras grandes oportunidades. Pongamos fin a nuestras diferencias, juntos habitamos este pequeño planeta, respiramos el mismo aire y todos somos mortales.
Dr. Jeffrey D. Sachs
Director del Earth Institute de la Universidad de Columbia, EE.UU., para la revista TIME
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