lunes, 1 de febrero de 2010

Historia del "mate cosido" - Juan Carlos baglietto

Sentado entre maderas
y flores caen
la llama del tabaco
y la cruz de los barcos.
Alla lejos cuando salen
de la iglesia los compadres
se sientan a jugar,
al sol.
Una fiesta cuesta arriba
hubo anoche y en la esquina
amanecio lloviendo.

Sentado entre maderas,
y las flores caen,
la llama del tabaco,
y la cruz de los barcos.
Si las luces de este pueblo,
te preguntan como he muerto,
deciles: que no sabés, que no sabés
Mi revolver, mi campera,
mi hacha, mi trampera,
mis viejos perros, mi prontuario.
Tenes que estar prevenido,
un dia la lancha, va a llegar,
la esperaré tan tranquilo,
me cambiaré de camisa
y de puñal,
para que un oficial escriba
en el parte de salida, un ahogo
se ganará un ascenso
como padre de familia,
para que un oficial escriba
en el parte de salida, un ahogo
lo contará en la guardia, que no tembló.
Para que el rio se detenga
a la hora señalada, llegará
como una puñalada
como una mano más.


David Segundo Peralta (Monteros, Provincia de Tucumán, 3 de marzo de1897 - Provincia del Chaco, 1940?), conocido como Mate Cosido, fue un bandolero y por eso calificado de "delincuente" por algunos y de "benefactor" o "rebelde" por otros, que pasó a ser un célebre personaje del folclore regional del Norte argentino.
Llegó a la provincia del Chaco hacia 1926 proveniente de Asunción y luego desde Corrientes. En prontuarios policiales de Tucumán, Córdoba y Santiago del Estero se registra a David Segundo Peralta, alias "Mate Cosido" (1916 a 1924).
Aunque a veces se confunde su apodo con el nombre de la infusión "mate cocido", el apodo real es "mate cosido", en referencia a una cicatriz que tenía en la cabeza, llamada "mate" en la jerga popular, sobre todo la norteña. Por supuesto, fonéticamente ambas explicaciones coinciden.

Su personalidad era la de un hombre culto, se comportaba con humildad y educación, pagando generosamente el más mínimo servicio recibido, y así ganó aprecio y popularidad. Armaba los robos detalladamente. Las poderosas empresas que robaba (Bunge y Born, Dreyfus, La Forestal), daban lo imposible a las fuerzas de seguridad para su captura. La leyenda urbana afirmaba que robaba a las empresas ricas -la mayor parte, extranjeras- para ayudar a los pobres. A su vez, la leyenda redondeaba su proceder aseverando que la espantosa manera de su accionar era montada por las propias empresas que "robaban al pueblo chaqueño".

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