viernes, 26 de julio de 2013

Yo nunca pienso en lo que no tengo, sino en lo que quiero hacer, y entonces puedo llevarlo a cabo. Estoy convencida que uno tiene que saber lo que quiere para pedirlo a las estrellas y después dejar que los hilos invisibles comiencen a entrelazarse para que llegado el momento oportuno se produzca. Yo vivo de sueños, realizando sueños que hacen que tenga que buscar, pensar, en nuevos. La única manera de tener nuevos sueños es cumpliendo los antiguos. Es un ejercicio, una búsqueda maravillosa de entender lo que necesito, lo que deseo. A veces al cumplir algo que deseo mucho, me tengo que tomar un tiempo para pensar ¿ahora que quiero?, y a veces es más difícil de lo que uno cree pero le doy el tiempo para que emerja.
Muchas veces el camino se bifurca, de dificulta, pero es cuando se prueba tu verdadero poder, tu fuerza interior es la que te guiara para seguir, esperar o tal vez cambiar. En realidad al renunciar a mi trabajo empecé a vivir en una incertidumbre constante, que a medida que pasaba el tiempo se hizo mi seguridad. Muchas veces quise desistir pero instantáneamente un halo de calor llegaba para seguir teniendo fe, tener esperanzas de que había hecho las elecciones correctas. Constantemente se me probaba, tenia que seguir apostando. Mirando para atrás, lo único que puedo decir es que para ser uno mismo hay que ser valiente. Mirar para delante sin pensar en el pasado y decidiendo en un presente completamente fortuito. De a poquito pude empezar a elegir las semillas correctas, me tomaba el tiempo para sentirme, para comunicarme con mi interior para poder decidir. En realidad nunca se sabe si una decisión es correcta, lo único que uno puede hacer es elegir con conciencia.

Aprendí que hay que poner en acción y donar para conseguir lo que uno quiere. ACCION-DONACION- ÉXITO es la clave. En general uno siempre esta esperando la ayuda de afuera, como si todo dependiera de los otros cuando el único que puede salvarte sos vos mismo. Al dejar la seguridad aparente tuve que empezar a buscar que era lo que sabía, lo que me gustaba y lo que podía hacer. Me di cuenta que tenia mas riquezas de las que explotaba y empecé a probar un montón de cosas que antes ni me hubiera imaginado, muchas no se dieron como esperaba pero sumaban experiencias valiosísimas a mi alma. Me permitía ser más de lo que me hubiera imaginado que era. Empecé a llenar mi propio curriculum, mi hoja de vida, sorprendiéndome ante lo que encontraba.
Primero que nada, tuve que recuperar a esa niña que había sido, necesitaba volver a verla, sentirla, entender que era lo que le gustaba, lo que deseaba. Recupere un montón de indicios, cosas que siempre habían estado pero que me había olvidado de sembrarlas, de darle un lugar en mi vida. Al principio me costo volver atrás pero una vez que lo hice muchas cosas fluyeron para hacerme entender que seguía siendo la misma, y que necesitaba volver a conectarme con esas ansias de vida que tenia. Después fue importante empezar a ordenar, a poner cada cosa en su lugar. Necesitaba bajar a la tierra, hacerme cargo de lo que hacia. Para ello fue necesario darme mi valor.
Asimismo, me di cuenta que mi femineidad estaba lastimada, tenia que recuperarme. Me había ido de mi centro por temor a mostrarme frágil. Para eso necesite reconocer todas las mujeres que convivían dentro de mí ser: la nutricia, la geisha, la loba, la creativa, la maga, la niña, la salvaje, la aventurera, la soñadora, entre otras. Cada una de mis mujeres era una parte de mi misma que tenia que reconciliar para poder recomponerme. Era importante reconocer mi poder como mujer, como creadora. Tenía toda la información dentro mió solo tenia que revelarla. Claro que me llevaría un tiempo empezar a acomodar cada pieza en su lugar para poder finalmente sentirme una. Lo importante era querer, para poder cambiar.

En esta búsqueda de mi misma, fue importante hacer las paces con mis raíces, con mi familia. Entender que hacen lo mejor que pueden y ser agradecido por lo que me han enseñado, porque me han regalado la vida. El querer saber de tu pasado, de tus abuelos, bisabuelos, de la historia de tu familia, te hace entender tu propia historia, quien eres, de donde vienes, cuales han sido los paradigmas de la familia. Solo entendiendo tu árbol genealógico podes entender los cimientos en los cuales estas suspendido. Al hacerte cargo de tu vida dejas de poner en los otros el peso de las decisiones que no has tomado, comienzas a transitar tu propio camino sostenido.
¿Quien dice que enamorarse es fácil? En realidad para descubrir que es el amor tuve que pasar por un montón de experiencias de ensayo y error para poder descubrir que si no me quería a mi misma, no habría relación que funcionara. El amor es una construcción de dos personas según las expectativas que tiene del otro y de lo que quiere el otro. Hay distintas formas de amar y creo que no se puede juzgar. Lo importante es sentir que uno ama y es amado. La compañía hace al amor, el poder ver las mismas cosas y el transitar por los mismos lugares hace que los recuerdos sientan precedentes y de alguna forma se conviertan en vida. Porque lo que uno termina haciendo al querer enamorarse, es querer vivir compartiendo con un otro.
En esta etapa de mi vida, me di cuenta que para poder cerrar un ciclo necesitamos dejar las cosas del ciclo que estamos dejando atrás. La verdad soltar a alguien no solo implica la decisión conciente de hacerlo sino la necesidad de poder conectarte nuevamente con tu destino, con tu misión, con lo que te tiene reservado la vida. Mientras vamos tomando decisiones, vamos tomando rumbos distintos y al hacerlo hay cosas y personas que no podemos llevar a cuestas y que tenemos que soltarlas, tenemos que dejarlas ir para poder volver a conectarnos con nuestra vida y nuestras potencialidades. Si tenemos lugares ocupados nadie puede sacarlos si nosotros no lo hacemos. Para ser feliz hay que llevar a cabo los sueños en la realidad, y para lograrlo necesitamos tener fe y tomar decisiones. Al hacerlo podemos soltar cosas que nos parecen valiosas, pero no las perdemos, las atesoramos dentro de nuestro corazón para toda la vida. Lo importante es que hay que continuar, y lo mejor siempre esta por venir, mientras tanto hay que disfrutar del presente, de lo que uno elige y no castigarnos ni criticarnos continuamente, sino entender que a veces hay cosas que son parte del proceso para ser uno mismo.
Yo era puro sentimiento, pero con el sentimiento creía que no hacia nada. Primero era sagrada, y sentía que no veía nada, entonces tuve que bajar, mancharme. Recién cuando vi al ser humano en su totalidad con sus aciertos y flaquezas, con sus tonalidades, pude volver a subir, y solo integrando todas mis partes haciendo un collage de mi misma pude salir al mundo para contar mis historias. Ser artista es contar algo a otro, que recibe un mensaje.

“La insoportable levedad del ser”

No hay comentarios:

Publicar un comentario