miércoles, 13 de agosto de 2025

Sí… no fuimos novios, ni pareja, ni “tú y yo contra el mundo”.
Pero fuimos.
Fuimos miradas largas que no se atrevían a quedarse.
Fuimos palabras a medias, sonrisas que se mordían el labio y se callaban el corazón.
Fuimos un “quizá” que dolió más que cualquier “nunca”.

Éramos las personas correctas…
pero con el tiempo y las circunstancias equivocadas.

Nos cruzamos cuando cada quien tenía una vida ya armada, ya hecha, ya dolida.
Y aún así, nos dimos cuenta —demasiado tarde—
que nos entendíamos con una sola mirada, con una sola canción, con un silencio compartido.

Fuiste ese amor que no se vive, pero se siente toda la vida.
El que duele bonito.
El que se recuerda cuando todo va mal,
y también cuando todo va bien,
porque uno piensa: “ojalá hubiera estado él/ella aquí…”

Te convertiste en eso que no se borra, aunque no se nombre.
En mi historia preferida, aunque no tenga final.

A veces creo que llegaste tarde.
O quizás… yo llegué demasiado pronto.
Tal vez el destino se nos quedó dormido.
Y por eso, cuando nos puso frente a frente, ya era tarde para los dos.

Fuimos todo…
menos lo que soñábamos ser.

Y aunque no somos ni seremos,
yo sé —y tú también—
que en otra vida, con otra piel y otro tiempo…
nos volveremos a encontrar.
Y esta vez, llegaremos a tiempo.

Porque hay amores que no mueren, solo esperan otra vida...🦋

No hay comentarios:

Publicar un comentario