martes, 22 de abril de 2025

Unos cuerpos son como flores, 
otros como puñales,
otros como cintas de agua; 
pero todos, temprano o tarde, serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden, 
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un 
hombre. 
Pero el hombre se agita en todas direcciones, 
sueña con libertades, compite con el viento, 
hasta que un día la quemadura se borra, 
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.
Yo que no soy piedra, sino camino 
que cruzan al pasar los pies desnudos, 
muerto de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen, 
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes 
no valen un amor que se entrega.

"Los placeres prohibidos"
Luis Cernuda

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