Creo en la capacidad transformadora del lenguaje. Creo en la posibilidad de jugar con las palabras, trastocar significados y significantes, en el carnaval de las frases y los párrafos. No sé si el lenguaje puede cambiar el mundo, pero es la herramienta con la que cuento para intentarlo. Por ello, vuelvo a postear este deseo escrito hace ya tiempo.Hay palabras nuevas colectivas, verdes y vibrantes. Hay palabras que se caen del idioma. Palabras antiguas injustamente vituperadas. Hay palabras malas, amarillas, melifluas e hipócritas. Palabras rebeldes que se nos escapan. Palabras firmes, sustantivas. Hay palabras adjetivas y palabras objeto. Que todas, todos y cada uno, tengamos derecho a la palabra.

Adriana Ballesteros