De pronto, me asalta la idea de vivir. Me pregunto si vivo. No sé qué es vivir. Además, al estar acá, respondo a mis necesidades. Necesito de esta soledad llena de libros, de música, de humo y café. ¡Vivir! Supongo que «vivir la vida» significa gozarla. Pues mi goce es este.
Diarios,
Alejandra Pizarnik
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