La historia que hay detrás de esta notable estatua
Mikladalur es un pequeño pueblo en la isla de Kalsoy, parte del archipiélago de las Islas Feroe, que es una región autónoma de Dinamarca, ubicada en el Mar de Noruega. Kalsoy, situada en el noreste del archipiélago, significa "isla de los hombres" en feroés, mientras que su isla vecina, Kunoy, se traduce como "isla de las mujeres".
Este pueblo es famoso por su estatua de la "mujer foca", conocida como Kópakonan, que algunos consideran un símbolo de las islas. La estatua, hecha de bronce y acero inoxidable, está diseñada para resistir olas de hasta 13 metros y, en 2015, sobrevivió a una ola de 11,5 metros sin sufrir daños.
La leyenda de Kópakonan es uno de los relatos más populares de las Islas Feroe. Se decía que las focas eran humanos que elegían morir en el océano, pero una vez al año, en la decimotercera noche, podían salir a tierra, quitarse la piel y disfrutar como humanos. Un joven agricultor de Mikladalur decidió comprobar la veracidad de esta historia y, en una de esas noches, vio a las focas llegar a la playa, despojándose de sus pieles. Se acercó a una hermosa foca, le robó la piel y la llevó a su casa como esposa.
A pesar de tener varios hijos, el hombre siempre mantuvo la piel de la mujer foca oculta. Un día, al ir a pescar, olvidó la llave del cofre donde la guardaba. Al regresar, encontró a sus hijos solos y a su esposa desaparecida, quien había recuperado su piel y regresado al mar, donde la esperaba un antiguo amor.
Con el tiempo, los hombres de Mikladalur planearon cazar focas en una cueva. La esposa de foca se le apareció en sueños advirtiéndole que no matara a un gran macho ni a sus cachorros, pero él ignoró la advertencia. Tras la cacería, su esposa se transformó en un troll aterrador y lanzó una maldición sobre los hombres del pueblo, prometiendo venganza. Desde entonces, ha habido tragedias en el mar y caídas desde los acantilados, lo que sugiere que la maldición aún persiste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario