sábado, 18 de mayo de 2024

He vuelto a aquel banco del Parque Lezama.
Lo mismo que entonces se oye en la noche
la sorda sirena de un barco lejano.
Mis ojos nublados te buscan en vano.
Después de diez años he vuelto aquí solo,
soñando aquel tiempo, oyendo aquel barco.
El tiempo y la lluvia, el viento y la muerte,
ya todo llevaron, ya nada dejaron.

¿En qué soledades
de hondos dolores,
en cuáles regiones
de negros malvones
estás, Alejandra?
¿Por cuáles caminos,
con grave tristeza,
¡oh!, muerta princesa?

He vuelto a aquel banco del Parque Lezama.
Lo mismo que entonces se oye en la noche
la sorda sirena de un barco lejano.
Mis ojos nublados te buscan en vano.
Ahora, tan sólo, la bruma de otoño,
un viejo que duerme, las hojas caídas.
El tiempo y la lluvia, el viento y la muerte
ya todo llevaron, ya nada dejaron.

Alejandra,
Ernesto Sabato

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