martes, 1 de octubre de 2024

No, no fue tan efímera la historia 
de nuestro amor: entre los folios tersos 
del libro virginal de tu memoria, 
como pétalo azul está la gloria 
doliente, noble y casta de mis versos.
No puedes olvidarme: te condeno 
a un recuerdo tenaz. Mi amor ha sido 
lo más alto en tu vida, lo más bueno; 
y sólo entre los légamos y el cieno 
surge el pálido loto del olvido.
Me verás dondequiera: en el incierto 
anochecer, en la alborada rubia, 
y cuando hagas labor en el desierto 
corredor, mientras tiemblan en tu huerto 
los monótonos hilos de la lluvia. 
¡Y habrás de recordar! Esa es la herencia 
que te da mi dolor, que nada ensalma. 
¡Seré cumbre de luz en tu existencia, 
y un reproche inefable en tu conciencia 
y una estela inmortal dentro de tu alma!

Inmortalidad,
Amado Nervo

No hay comentarios:

Publicar un comentario