"Es que la amistad no necesita frecuencia. El amor sí. Pero la amistad y sobre todo la amistad de hermanos, no, puede prescindir de la frecuencia o de la frecuentación. En cambio, el amor no, el amor está lleno de ansiedades, de dudas, un día de ausencia puede ser terrible, pero, yo tengo amigos íntimos, a quienes veo de unos tres o cuatro veces al año y a otros ya no los veo, porque se han muerto. 

Por ejemplo a este Bioy Casares, nos veremos quizá cuatro o cinco veces al año y somos íntimos amigos. 

Pero, quizá, uno de mis mejores amigos, bueno, se casó y se olvidó de decirme que se había casado. Como hablábamos de temas generales y era muy tímido, también, me parece, bueno, contar algo muy personal o de hecho una impertinencia. Que nunca nos hicimos confidencias. La amistad puede prescindir de la confidencia, el amor no, el amor, bueno, si no hay una confidencia, uno ya lo siente como una traición".

Jorge Luis Borges entrevista sobre la amistad y el amor (1980)