Cuando vemos las cosas de forma distinta, las cosas que miramos cambian.
Cuando dejamos de lado las quejas y nos centramos en lo bueno, lo hermoso, lo bendecido que tenemos; más de esto recibimos.
No significa que hagamos como que no existen las cosas malas, pues para que haya luz debe haber oscuridad.
Significa que uses tu libre albedrío, y decidas enfocar tu atención y corazón en las bendiciones.
Que lo que no puedas cambiar, lo aceptes.
Que dejes de resistirte a todo lo malo que crees vivir y al aceptar lo que es, puedas soltar y fluir en lo que sí puedes cambiar; es decir tu reacción a los acontecimientos.
Toma un momento, para detenerte y respirar profundamente, suavemente y conecta tu ser en la luz de tu interior...alli habita Dios.
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