Siempre nos pasa algo, antes, mientras o durante. Son esas cosas que hace que la vida sea más interesante, más intensa o terriblemente común. 

Esos momentos brillantes en los que sabes que puedes lograr tus sueños o piensas que puedes ganarle la jugada a la vida. 

Son esos momentos donde puedes perder el control, para terminar asumiendo que nunca jamás lo has tenido y al final sonríes haciéndote el valiente. 

Porque en la vida, como en las películas, el destino hace lo que quiere. Te enseña que algunas veces ser feliz no es necesariamente tener todo y estar soltero, no es estar solo. 

Que perdonar no es sinónimo de amistad o de aguantar y amor no significa “Un para siempre”… Simplemente quería decírtelo, pero no te lo tomes a mal, algunas veces aprender esto lleva tiempo y muchos golpes de corazón. 

Posdata: Hagas lo que hagas, haz las cosas de corazón