En el cuadro de Ana Teresa Fernández, la tela blanca de arrugas y sombras expresivas es una sábana. Habla de casas, de camas, de lo que sucede en las camas y se lava después, de la limpieza de la casa, del trabajo de las muejres. habla de todo esto, pero no es esto. La mujer representada está oscurecida, pero la mujer que representa no.
Distintos colores de pintura fueron exprimidos de sus tubos, mezclados y aplicados con tal arte en una tela tensada sobre un marco de madera que decimos que vemos una mujer colgando una sábana en vez de óleo sobre tela. La imagen de Ana Teresa Fernández tiene un metro ochenta de alto por uno cincuenta de ancho, la figura es casi de tamaño natural. Aunque no tiene título, la seria a la que pertenece sí lo tiene Telaraña.
La telaraña del género y la historia en la que está atrapada la mujer pintada; la telaraña de su propio poder, que ella hila en esta pintura dominada por una sábana hilada. Hilada, ahora, por una máquina, pero que antes de la Revolución Industrial lo era por mujeres cuyo hilar y tejer las unía a las arañas y hacía de las arañas personajes femeninos de los cuentos tradicionales.
En esta parte del mundo, en las leyendas sobre la creación de los pueblos hopi. pueblo, navajo, choctaw y cheroqui, la Abuela Araña es la principal creadora del universo. Entre las antiguas leyendas griegas encontramos la de una hilandera desafortunada que es convertida en araña, así como la de las Moiras, más poderosas, que hilaban, enrollaban y cortaban el hilo de la vida de cada persona, asegurándose de que cada vida fuese una línea narrativa con un final.
Las telarañas son imágenes de lo no lineal, de las muchas direcciones en las que puede ir algo, de la existencia de múltiples fuentes: son imágenes de las abuelas así como de sus procreaciones. Hay un cuadro alemán del siglo XIX que representa unas mujeres procesando las plantas de las que se extrae el lino. Usan zapatos de madera, vestidos oscuros, recatados gorros blancos, y se ubican a distintas distancias de un muro, donde están las madejas de material crudo en proceso de hilado. De cada mujer sale un único hilo que cruza la habitación y las hace parecer arañas. como si viniese directamente de sus tripas. O como si estuviesen atadas al muro por esos hilos finos y delgados, invisibles bajo otros tipos de luz. Tejen, atrapadas en la red.
Tejer la red y no quedar atrapada, crear el mundo, crear tu propia vida, decidir tu destino, nombrar a las abuelas así como a los padres, tirar redes y no solo líneas rectas, ser una creadora, además de quien limpia, ser capaz de cantar y no ser silenciada, retirar el velo y aparecer; todas estas son las banderas que yo cuelgo en mi cuerda.
Rebecca Solnit
Abuela Araña
📖 Los hombres me explican cosas.
Imagen: Pintura de Ana Teresa Fernández
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