"Consideremos las emociones fuertes como una especie de tormenta, un temporal que puede durar una hora o muchas horas o un día. Si dominamos la manera de calmar y estabilizar nuestra mente, atravesaremos la tormenta de la emoción con más facilidad.
Cuando la tormenta azota el árbol, su copa se agita y corre el riesgo de resultar dañada. El tronco del árbol es más sólido y estable. Tiene muchas raíces que se hunden profundamente en la tierra. Las copas de los árboles son como nuestras cabezas, nuestras mentes pensantes.
Cuando se desencadene una tormenta en tu interior, baja de las ramas de los árboles y busca la serenidad del tronco. Tus raíces comienzan en tu abdomen, ligeramente debajo del ombligo. No pienses en nada, y estarás a salvo mientras se desencadena la tormenta de emociones" Thich Naht Hanh
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