Hoy te doy permiso, sí, hoy te doy permiso para romperte. Porque sí, porque no puedes mantenerte fuerte todos y cada uno de los días, porque tienes derecho, lo tienes.
Hoy te doy permiso para tener uno de esos días en los que estés en stand by y no hagas nada, en los que sólo quieras dormir y quizás olvidarte de todo por horas, por momentos, por instantes.
Llora si lo deseas, hazlo. No tienes por qué ser siempre una persona valiente y guerrera. Ser frágil es de lo más normal del mundo. Deja de volar y pon tus alas en una percha para que descansen tras el cristal.
Hoy te doy permiso para que te abraces, más que nunca, tanto que rompas esos miedos que llevan contigo desde que tienes uso de razón. Escúchate más porque lo necesitas hasta que te entiendas mejor o quizás necesitas silencio, sólo eso.
Hoy te doy permiso para romperte, sí, para tirar todos y cada uno de los trozos de tu corazón y tu alma por el suelo y dejar de recogerlos. Quizás mañana podrás volver a recomponerte, podrás volver a gritar a los cuatro vientos que no te rindes. Te podrás secar todas y cada una de las lágrimas, coger tus alas de la percha, volvértelas a poner, con tranquilidad y calma, con tiento sereno.
Mañana será otro día, todo habrá pasado y tú respirarás mejor, porque hace falta romperse para volver a luchar como nunca antes y remontar tu vuelo.
Patri G.
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