Ese mate calentito que te pasaron recién.

Esa persona que te dió una mano en el trabajo.
El sol 

Esa flor que ayer estaba por abrir y abrió.
Las palabras de tu vieja.
De tu viejo.
De quien ames.
Esa persona que te preguntó como estabas y realmente quería escuchar la respuesta.
Ese amigo que te hace reír.
El perro moviendo las cola al verte.
El gato ronroneando.
El mate que ya se lavó un poco pero igual te cebaron con la mejor onda del mundo.
Ese proyecto que tenés.
La complicidad.
El alfajor que te compraste.
El gorrioncito que pasó por la ventana.
Ese beso que te dieron.
El que te mandaron.
El que aún esperás.

Frená en lo simple y vas a ver, que llegás a mitad del día con un montón de cosas que hacen bien al corazón.