sábado, 10 de septiembre de 2016
La Flor de Loto
La Flor de Loto en sánscrito significa “belleza” o “esplendor” y es uno de los nombres con los que también se conoce a la diosa Lakshmi, mujer de Visnú. También conocida como la Diosa-Loto, Lakshmi es la diosa indú de la prosperidad, la buena suerte, la belleza y la abundancia. La historia de esta diosa es muy parecida a la de Venus, nacida o surgida de las aguas del mar. El acento de esta deidad estaba en la flor que la representa: LA FLOR DE LOTO es la clave para que pueda haber una Lakshmi en mi y en cada uno de nosotros. De hecho, la simbología de la flor va mucho más allá de la cultura indú: para los egipcios era símbolo de renovación y resurrección; en la mitología griega es símbolo de superación de adversidades; para el budismo, está relacionada con la armonía y la iluminación (Buda también se suele representar sobre una flor de loto); en la cultura China y en Japón es símbolo de longevidad y fertilidad; y en Tibet es símbolo de revelación espiritual.
La flor de loto posee la semilla con mayor longevidad y resistencia que existe: puede aguantar hasta 30 siglos antes de florecer sin perder su fertilidad.
Nace del fango, en ciénagas o lugares pantanosos y cuando florece se eleva sobre el lodo. Por la noche la flor se cierra para hundirse en el agua pero al amanecer, la flor se alza de nuevo sobre al agua sucia, intacta y sin restos de impureza por la disposición de sus pétalos en forma espiral.
Por eso, la flor de loto es símbolo de pureza y la belleza que puede surgir entre la adversidad.
Representa el poder de la RESILIENCIA: “capacidad de afrontar la adversidad, sobreponerse al dolor emocional y a los traumas, saliendo fortalecido y alcanzando un resultado positivo”.
Puede que a veces parezcas una pequeña piedra sucia en un mar de fango. Y desde esa posición, es muy difícil imaginar cómo sería tu vida si fueses una flor de loto que ya ha crecido, plena y libre de imperfecciones, capaz de ser admirada y respetada por todos. Pero el sentido de la flor de loto no está en que otros puedan reconocerlas o admirar su belleza y pureza y ni siquiera en que tú sientas que alcanzaste tu objetivo. La razón de la flor de loto está igual en la semilla que en la flor. Con nosotros sucede algo parecido. En el fondo, la flor de loto, nunca sido referente de nada ni de nadie, tan sólo de ella misma. Y lo era mucho antes de terminar de florecer…
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