"Los Wayuu soñaron con un árbol lleno de telarañas en sus ramas. Buscaron ese árbol y en su corteza hallaron los dibujos que hoy día son Kanasü. Cortaron un trozo de la corteza y amarrándolo por el centro con un hilo lo colgaron en el telar para iniciarse en Kanasü (el arte que refleja la naturaleza y el mundo del pueblo Wayuu en los tejidos). Con palitos de ese árbol, trenzados con hilos de lana o de algodón los Wayuu forman la Kanaspi, una pulserita que se pone la mujer cuando quiere aprender el arte de Kanasü y que le da inteligencia, creatividad, paciencia."
Es un bonito don del cielo. Me encantaria aprender tambien...
ResponderEliminarpero hace falta tener mucha paciencia para crear cosas asi.
Buen dia!!! Gracias por compartir.