jueves, 15 de diciembre de 2011
La Navidad y nuestro sistema de energía
Puede ser la navidad la ocasión más especial que tenemos para sentir y actuar más de acuerdo con nuestro sistema energético natural.
El primer chacra, encargado de ayudarnos a proporcionar los bienes materiales adecuados y necesarios para disfrutar de la creación de nuestro medio físico 3D, se siente en plena acción. Potenciamos el sentido de abundancia y la apreciación de los bienes materiales que compartimos con nuestros seres queridos. Todos disfrutamos la alegría de abrir los canales del dar y recibir con la finalidad de aportar bienestar y felicidad a los niños, la familia, los colegas de trabajo, amigos, vecinos y esperamos poder llegar con nuestro aporte a los pobres, enfermos y encarcelados. Nos sentimos con mayor potencia y encantados de disfrutar la realidad física. Se realza la voluntad de vivir y se contagia a las personas que están a nuestro lado con la alegría de la celebración. Se tiene una increíble claridad para utilizar el medio físico en la expresión de la espiritualidad.
El segundo chacra, encargado de sentir las emociones, más que nunca se inunda de hermosos sentimientos como resultado de las emociones agradables que nos proporcionamos por el hecho de compartir tantas buenas intensiones como: compañerismo, alegría, ilusión, felicidad, paz, armonía y compasión. Nuestro cuerpo físico de siente más vital y más abierto a disfrutar de la energía sensual y sexual como un intercambio natural.
El tercer chacra, encargado de impulsarnos a la acción, se siente con el poder de actuar a favor de tantas acciones gestadas en nuestro interior, a veces postergadas por mucho tiempo. Nace del corazón la inquietud de buscar los regalos adecuados, visitar o llamar a los seres queridos que no están con nosotros, saludar a vecinos y hasta saludar a las personas que no conocemos, queriendo transmitir un mensaje de paz y unión. Nos aceptamos a nosotros mismos y a los demás en forma más libre, se afirma la autoestima. Ganamos en acción, poder, vitalidad y conexión con los demás sin querer ostentar poder, control o dominio. Baja nuestro nivel de temor y se eleva el deseo de la fusión entre todos. Alineamos la voluntad física con la voluntad espiritual para lograr un equilibrio perfecto. Se siente más amor al propio cuerpo físico y un deseo de cuidarlo.
El cuarto chacra, quizás el más feliz de todos, vibra a la altura de la frecuencia del amor. Sentimos una gran necesidad de extender el amor a toda la humanidad, sin hacer ningún tipo de distinción entre razas, condición social, geográfica, política, religiosa y otras. Deseamos que todos los seres humanos se unan en la paz mundial, con un sentido de hermandad que parece estar listo para hacer el milagro de la unión espiritual entre todos en ese mismo instante. Estamos más dispuestos a ver lo bueno de nuestras experiencias agradables y desagradables para sacar provecho de ellas y eliminar lo que nos pareció negativo. Nos aceptamos tal cual como somos a nosotros mismos y a los demás. Amamos mas incondicionalmente, amamos la esencia de los demás. Anhelamos una profunda paz y ausencia de conflictos. Sentimos una mayor armonía con todo lo que nos rodea y agradecemos su existencia. Nos tornamos más flexibles, más tolerantes y más amables. Reconocemos nuestra trascendencia. En esta fecha vivimos y dejamos vivir apreciando la diversidad y sentimos más conexión con los animales y con todo lo que tiene vida. Damos amor sin esperar recompensa, sentimos plenitud en el corazón, sentimos más pasión por la vida y los sucesos se manifiestan en forma más fluida y con mayor sincronicidad.
El quinto chacra, que nos permite la comunicación, se libera en la entrega de miles de mensajes de paz y buena voluntad al mundo entero. Se eleva la verbalización de buenas intenciones y expresamos el amor en fuertes abrazos a todos los seres que están cerca de nosotros y hasta deseamos tocar a los que están más lejos. Dejamos de culpar a los demás por lo que nos puede faltar y nos centramos más en lo que nosotros podemos aportar porque nos reconocemos más valiosos y con un sentido más amplio del yo. Hacemos empatía y resonancia con las personas a las que comunicamos nuestras ideas y utilizamos nuestra capacidad creadora para impactar nuestra realidad y la de todos. Por medio de la comunicación, nuestra voluntad nos permite materializar nuestros pensamientos, sentimientos y propósitos. Queremos dar lo mejor de nosotros. En esta fecha expresamos profundos sentimientos y emociones que generalmente mantenemos sin expresar. Confirmamos nuestra propia existencia y nos complacemos con el aporte individual al bienestar de todos.
El sexto chacra, encargado de ver más allá de las formas físicas con claro entendimiento, logra aclarar las intenciones y las acciones apropiadas para hacer que las ideas de un mundo mejor y más equitativo se materialicen en el mundo físico. No hay frustración, sentimos que todo es posible. Mejora importantemente la relación del mundo de las personas con el mundo en general, nos sentimos más en casa. Utilizamos la voluntad para desarrollar las ideas creativas en forma práctica, como cuando emprendemos algunas acciones de acercamiento a la sociedad como visitas a hogares de menores, ancianos, enfermos y otros. Se aclaran los objetivos personales y advertimos nuestra responsabilidad en su fiel cumplimiento. El intelecto se pone a disposición de los objetivos superiores y queremos celebrarlo con todos.
El séptimo chacra, que expresa el estado del ser, nos permite experimentar la trascendencia de la realidad física, la que es superada cuando nos permitimos sentir que somos más que un cuerpo físico y experimentamos una sensación de plenitud. Alcanzamos la integración de la personalidad total con la vida y los aspectos espirituales de la humanidad. Sentimos la conexión con la autorrealización, con la liberación y con la integración de todo nuestro ser, físico, emocional, mental y espiritual.
Esta fecha maravillosa de navidad realza los potenciales dormidos que albergamos en nuestro interior. En esta ocasión, cada cual en su propio nivel, disminuye las ideas limitantes para exaltar aquello maravilloso que somos y que no suele ser tan abiertamente expresado en la vida cotidiana. Se siente muy bien, se respira un ambiente de magia y belleza que nos ayuda a imaginar la atmosfera que tendrá el nuevo mundo que estamos creando.
Patricia González
Fuente: http://www.senderoespiritual.com/la-navidad-y-nuestro-sistema-de-energa/
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